viernes, 17 de julio de 2015

Parte 13: “LOS VENUSINOS, SON VENUSINOS…?”. Ovni, la Gran Alborada Humana.

Parte 13: “LOS VENUSINOS, SON VENUSINOS…?”. Ovni, la Gran Alborada Humana.








Enrique Castillo Rincón, la historia verídica, de un hombre contactado.
1974. Bogotá, Colombia.







En el año de 1974 fue rico en enseñanzas espirituales, mesiánicas y proféticas. 

Como muchos comprenderán no puedo consignar aquí toda esa información, pues se podría escribir un par de libros con toda ella.

Las reuniones seguían su ritmo normal, y yo me esforzaba por divulgar lo que íbamos obteniendo. 

Hoy estoy seguro, que al iniciar mi “apostolado” de consagrar parte de mi vida a este ingrato trabajo, estaba muy conciente que los Pleyadinos no me habían dado una misión de hacer esto o aquello como han hecho con otros “contactados”. Creo soy el único contactado del mundo que no tenia misión que cumplir por orden de ellos. 

Nunca, repito, me responsabilizaron de algo semejante. Yo fui el que decidió en su momento contarle al mundo lo que había pasado. 

Además, el peso de la experiencia me obligaba a realizarlo. 

En algún momento me sentí manipulado, y protesté públicamente varias veces, sabiendo que los
“Hermanos Mayores”, como les llamaríamos a los Pleyadinos, se enterarían de mi protesta, sin que se los comunicara directamente.

Así, me sentí obligado a convertirme en investigador de mi propia experiencia, comparativamente con otros “contactados”, ya muy famosos y conocidos. 

Compré y leí, todos los libros que pude sobre las grande religiones, mitología y leyendas, las culturas de nuestro planeta, entre quienes sobresalían en América los Incas, Mayas, Aztecas, etc. Rápidamente me di cuenta, que tanto los dioses bíblicos como de otras religiones, venían o llegaron procedentes del espacio exterior. 

No había duda, dioses, híbridos, avatares, místicos, maestros, todos tenían el mismo conocimiento de la Ley, la misma sabiduría y conocimientos que nos habían legado en el más remoto pasado. 

Recordaba ahora las conversaciones con los Pleyadinos a los largos de los contactos, y las preguntas que les hice, y de las respuestas que me dieron. 

No me quedaba una sola duda, los extraterrestres de varias razas diferentes visitaron la tierra hace millones de años, y dieron inicio a la aparición del hombre en nuestro planeta.

Iniciado el año de 1974 llegaría a Bogotá el Sr. Jose Rosciano Holder. Dictaría dos conferencias en la biblioteca “Luis Ángel Aranto” de esa ciudad. 

En el 73 se había hecho famoso con sus libros: “Yo visité Ganímedes” y posteriormente “Mi preparación para Ganímedes” con el seudónimo como de Yosip Ibrahim; libros que serian leído por miles de personas, tanto en Perú como en Colombia, y que convertirían en creyentes de los extraterrestres a miles de personas.

Más tarde me encontraría con “Pepe” (José Rosciano) en Caracas, y dictaríamos varias charlas en Conjunto,
a grupos de creyentes que ya se habían multiplicado con mi llegada a Venezuela. 

En diciembre de 1974 dicté mi primer curso de “Introducción a la Ciencia Cósmica”, abriendo una nueva dimensión de la cosas a varios profesionales caraqueños. 

Ese fue un inicio, y como sucedió en Colombia, en los grupos, habían contactados con los Extraterrestres. 

Entre los que tomarían el curso y mis posteriores charlas, se encontraban el Dr. Jose Luis Baudet, médico, profesor de genética de la Universidad Central de Venezuela; el joven Víctor Hugo Cairos, quien mas tarde diría estar en contacto; el conocido compositor y cantante Hugo Blanco, quien también confesaría públicamente haberse contactado; Andrés Boulton Figuereira, autor de varios libros, y la misma Conny Mendez, quien inicio el movimiento metafísico con el Conde de Saint Germain.

Estos fueron los primeros discípulos y oyentes de mis experiencias, conjuntamente con una pintora muy
conocida, de origen español, mi muy apreciada y querida Carmencita Vásquez Losada. 

Pero vayamos por partes, dando una cronología de cómo se iba desarrollando todo.

Estaba próximo a tener el encuentro físico, pero esta vez no era con los Pleyadinos, y todavía a nivel de grupo seguían las comunicaciones. 

En una comunicación de las pocas que se recibieron en mi casa, donde ya en unión con Gloria convivíamos, en una humilde y pequeña casita, apartamento en la calle 66ª #23-13, en el barrio
7 de Agosto. 

Allí, posteriormente, recibiría una de las más bellas y estructuradas enseñanzas de cuantas hubiésemos recibido.

En dicha comunicación me instruían sobre dónde se realizaría el “contacto” físico con los Venusinos. 

Allí estarían Yamaruck, Orhion y los demás miembros de la tripulación. 

Era uno de los momentos más importantes de nuestro grupo, pues todos sentíamos un profundo cariño y amistad hacia nuestros interlocutores, que nos habían llenado de Belleza y esperanza, a través de Sus mensaje. 

La cita se había establecido para dos días después, sin poder precisar el día del mes de julio de 1974. 

Seria a las 5 de la mañana. Esta vez (sin autorización) llevaría una grabadora.

El punto de reunión estaba localizado detrás de un lugar que domina la ciudad de Bogotá. 

Una iglesia muy conocida, erigida allí con el nombre de Señor de Monserrate.

Es importante dar a conocer aquí algunos de los mensajes entregados telepáticamente por Orhion.


Bogotá, D.E. julio 18 de1974
SIMBOLOGIA DEL DEVENIR
(Telepatía de Enrique Castillo Rincón)

“Os doy a todos ésta noche mis afectuosos saludos, rogando a todos, a cada uno de ustedes, presentarme las palmas de las manos…

Soy vuestro hermano BHAROS, delegado al mando de nuestra única Nave que queda en la ciudad, para seguir prestando a vosotros nuestras comunicaciones, nuestras palabras, especial deseo de seguir con la preparación del Grupo.

Es nuestro deseo y nuestra obligación con el Grupo, de mantener viva la llama, y el deseo interior en cada uno, de vibrar con la Escala Cósmica de la más alta espiritualidad posible.

Nuestro comandante YAMARUCK sintió mucho no haber podido dirigirles la palabra a ustedes, antes de marcharse del planeta, pero dejó para el grupo el deseo viviente que en vuestro recuerdo permanezca su imagen y sus palabras. El atesora la vuestra ya.

Nuestro hermano y vuestro hermano ORHION permanecen con nosotros. 

YARACKA, OURINO, IONINKA, RONDHY, BHAROS estarán aquí el tiempo necesario. 

Asi pues, mis hermanos, antes de retirarme para dar paso a la voz de ORHION, le recuerdo al hermano Enrique nuestro deseo esta noche de escucharle y de hacer una pequeña reunión, en la cual tenemos cosas que presentarle a él. 

Necesitamos que se a las 2:00 a.m. de esta noche.

ORHION con ustedes:

Si alguna vez, alguno de ustedes han podido observar, leer, escuchar acerca del comportamiento de ciertos animales, os voy a relatar una historia, para que estéis alerta y preparados, agudizad vuestro entendimiento para encontrar la respuesta:

Si os detenías a ver y observar los movimientos felinos del tigre, animal fuerte, terrible, que habita en lugares de este planeta, habita en selvas; me refiero al tigre llamado asiático o de Bengala, al tigre de pintas encarnadas.

El águila atisba su presa desde la colina, desde lo alto de la montaña, y se respalda, y es as en su habilidad, y fuerza en sus garras y alas, y su vista maravillosa. 

Desde largas distancias percibe a su presa, y se lanza. 

Vedla en la forma como vuela y ataca, y como la captura.

Estos dos animales: aves y fiera, tiene mucho que ver con mi historia. 

El tigre, hambriento, se pasea como señor de su medio. 

En la selva, en la montaña, percibe a su presa, a su victima, y se prepara cautelosamente, y ataca de manera inteligente. 

Cuando ataca victimas mayores, él rompe el espinazo, lanzándose desde la rama de un árbol. 

Deja a su presa inhabilitada para su defensa. Entonces, puede atacar de todos los extremos, y en muy corto tiempo, vence a su victima, la descuartiza con sus garras. 

Con sus fuertes comillos e incisivos, terriblemente asolados, destaza a su victima, sacia su hambre, y deja lo demás a las hienas y coyotes, que se disputan las sobras de su presa.

EL AGUILA también es inteligente, es astuta, y como os dije, basa su ataque en la fuerza de sus garras y alas. 

Triste conejillo que cae victima de sus garras, el cual no tiene salvación.

En estos precisos momentos el TIGRE afila sus garras, el TIGRE duerme, porque ha saciado por ahora su voraz apetito, no tiene hambre, pero allí, debajo del Bambú, tiene presente a su próxima victima, esperando poder digerir su presa anterior. 

Ahora….está listo y preparado, para atacar de nuevo. 

El siempre prepara su campo de ataque, nunca le da tregua su victima. 

Busca su propio campo de ataque, nunca le da tregua a su victima. 

Conoce las condiciones para preparar la forma de cómo lanzará sus certeros zarpazos, para destruir a sus indefensa victima. 

Allí agazapado, espera, espera y espera; afila sus garras, fortalece sus músculos. 

Se despierta el hambre, y se despierta la fiera.

Pero el AGUILA TAMPOCO DUERME. 

Desde lo alto de los collados extiende sus alas, y también se fortalece, es el rey de los aires! 

A las alturas que llega el AGUILA no hay quien pueda disputarle su vuelo en las alturas.

El TIGRE está saliendo de sus dominios, y se presta a invadir los del AGUILA, pero el AGUILA también está lista, y no duerme, y ha preparado a sus huestes, porque cree que llegado el momento, ella, desde el aire, preparará y dará el golpe certero, que el Tigre no esta habituado a recibir. 

EL TIGRE ataca y como os dije, rompe el espinazo a su victima, y la inmoviliza, el AGUILA nunca ha atacado un enemigo tan grande. 

Es más, si el AGUILA no sabe atacarlo en campo abierto tiene perdida la batalla y su ataque habrá nacido muerto. 

El AGUILA, en unión de sus huestes, le disputará palmo a palmo sus terrenos, y el AGUILA le sacará los ojos con sus garras y pico al tigre, y lo dejará ciego, y allí el Águila finalmente vencerá al TIGRE, en asociación de su huestes, y le dejará tendido en el campo abierto, donde los chacales diputarán los restos de su atrevida empresa. 

El AGUILA retomará a su victima en su propio terreno, y se sabrá en los campos y en las ciudades. 

Llegará la voz a todos los lugares, El AGUILA ha vencido. ¡Miradla allí! 

Pero el AGUILA, tampoco puede descuidarse, no puede sentirse segura en su nido, en su montaña, porque si no actúa con más inteligencia, también puede ser destruida en su propio campo.

Muchos animales, al ver lo poderosa que es, se confabularán, y tratarán de atacarla y destruirla, y aquí se encuentra la respuesta a vuestras preguntas.

Por qué el LEON, por que el OSO, y por qué los demás animales, no salen de sus madrigueras? 

Muchos encontrarán que no es necesario seguir la lucha. 

-Es necesario hacer una alianza, es necesario que el AGUILA tome la voz con nosotros-, dirán todos, y allí se disputaran los despojos. 

Aquí murió el TIGRE, y aquí dio su última batalla. 

El AGUILA vuela alto, y atrapa a su presa. 

Quién le disputara la presa al AGUILA? 

El OSO no puede llegar hasta el collado, el LEON tampoco. 

Quién entonces le disputara a su presa? 

Solamente un ave, tan poderosa como el AGUILA... ELCONDOR. 

EL CONDOR diputara la supremacía de sus propios terrenos al AGUILA. 

El CONDOR tiene nido…tiene alimento…tiene espacio.

Tiene de cómplice al mar y la tierra, los elementos, y en ellos esta el Huracán.

A nivel de grupo discutimos la simbología del mensaje, sin dar muy claras muestras de lo que nos querían dar los venusinos. 

El Dr. Eberto Cediel, persona muy culta (arquitecto), miembro del grupo, nos dio la interpretación posible, con muchos argumentos históricos, que creo, después reforzaríamos para interpretar, de manera más cercana a la real.

Sin duda se refiere a China y a Estados Unidos (Tigre y Águila), lo que nos indicaría una próxima guerra, cuando China ataque de improviso a (creemos) Rusia. 
El Cóndor es sin duda Sur América. 

La interpretación total se la dejamos a los que conocen más que nosotros.

A las 2 de la mañana, supe, por “transmisión” directa a mi cerebro, hacia dónde me debía dirigir, para el encuentro físico con los Venusinos. 

Con una despedida del grupo, deseándome buenos augurios y éxitos, en el tercer encuentro. 

Al regresar, me estarían esperando en la casa de Chela, en la calle 23 frente al teatro “Mogador”, lugar donde vivía en tiempos de los contactos. 

Allí me esperarían todos.

Llegó el día ansiado, donde tendría la oportunidad de conocer personalmente a los Venusinos, y sobre todo, a Orhion y a Yamaruck, a quienes, con el correr de las semanas, les habíamos tomado especial cariño.

Hoy, creo que aquí expreso el sentir de todos, pues ellos despertaron en nosotros un gran sentimiento de amor a la humanidad. 

No quiero hacer pensar al lector, que ese sentimiento era algo cursi, o que rayaba con el fanatismo. 

NO. ¡De ninguna manera! Sabíamos que se estaba desarrollando algo grandioso y diferente, con respecto a los otros mortales. 

No era que un grupo de personas, de las más variadas profesiones y quehaceres, tuvieran la posibilidad de pasar por la misma experiencia nuestra. 

Hoy todavía ignoro lo que dirían o contarían en sus hogares. 

Nunca les pregunté, y tampoco me comentaron nada al respecto, solo se que todos éramos muy cumplidos con la hora y los día de reunión.

Me levante temprano, cubriéndome con una ruana (poncho de lana), para protegerme del frió (Bogota es una ciudad muy fría, sobre los 2,600 mts sobre el nivel del mar.), que en las madrugadas desciende hasta calar en los huesos. 

Tomé la grabadora, y me despedí de Gloria. 

Salí a las 4 de la madrugada. Aborde un taxi en la esquina de mi casa, y al darle la dirección al taxista, se negó a llevarme. 

Un nuevo intento, y el segundo taxista me llevaría a la “carretera de circunvalación”, con un pago extra. 

Llegue al sitio donde me bajaría del taxi. 

Subí una pequeña colina, desde donde podía divisa la montaña de “Cruz Verde”, dejando atrás Monserrate. 

La ahora estaba señalada para las 5:00 a.m., me senté en un promontorio, y me dispuse a esperar. 

Faltaba poco para amanecer. Mi corazón marcaba una ligera aceleración, y mi psiquis, creo, estaba con todas sus facultades. 

Tuve ocasión de divagar, y hasta filosofar un poco sobre lo que podría significar ésta experiencia, para mí y el grupo. 

Con el pensamiento en éstas cosas, escuche un extraño “silente ruido”. 

¡Si!, la nave venia lentamente a mi encuentro. 

No vi en ningún momento por donde entró a la zona boscosa, volando a nivel de las copas de los árboles. 

A diferencia de la nave Pleyadina, esa tenia, quizás, solo 16 metros de longitud por unos 4 metros de altura, en cuyo centro se podía observar una cabina o cúpula, de aspecto cristalino.

Al acercarse, noté unos extraños anillos en la parte inferior, que se separaron al aminorar la marcha o desplazamiento. 

Allí era fácil detectar el movimiento de las copas de los árboles a su paso. 

Al tener la nave a menos de 30 metros de donde me encontraba, puse en marcha mi grabadora.

Escuche un silbido, como el rasgar del viento en los cables de la luz, que yo había observado y escuchado muchas veces, en el pueblo donde pasé parte de mi niñez en Costa Rica. 

Mi corazón amenazaba con salirse del pecho. 

En pocos segundos estaría frente a frente a los Venusinos. 

¿Cómo serian? ¿Cuál su apariencia?

¿Cómo racionarían ellos ante mi, y yo ante ellos?

Todo se reducía a la espera de unos segundos más. El sonido del silbido diminuyó, y la nave inició el descenso, en un claro muy bien determinado.

Al separarse los anillos, saco unas patas de su vientre,, dando lugar, ahora, a la salida de las “patas” de aterrizaje o sustentación. 

El ruido cesó. El amanecer iniciaba sus luces. 

Coloqué el micrófono de la grabadora en mi mano, en dirección a la nave, para grabar el sonido, y hasta mis pasos al caminar, por las hojas secas y las yerbas. 

Se abrió una rampa-puerta, y vi salir unas piernas pequeñas, sin poder observar el resto del cuerpo. 

Escuché en mi cerebro una invitación de acercarme a la nave, ahora posada en el suelo.

Camine rápido al encuentro, y pronuncié en voz alta los nombres de los comandantes: 

-Hermano Yamaruck?, hermano Orhion?-. 

Al acortar los 30 metros que me separaban de la nave, me vi frente a frente a varios de ellos, esperándome en el interior. 

Vi claramente a los tripulantes, esperando en semicírculo. 

Mi sorpresa fue mayúscula. 

Esperaba unos seres de 1.70 o algo así, pero no. 

Los vi pequeños de estatura, y esto me sorprendió, pues he leído los informes de George Adanski, en donde declaraba que los venusinos median entre 1.70 y 1.75 de estatura. 

Ahora estaba un poco confundido, pero olvidando el asunto, me apresure a subir a la nave, por la inclinada rampa. 

La grabadora me sorprendió, no estaba funcionando. 

La rampa era de un metal casi arenoso opaco, de unos 4 metros. Al llegar al nivel del piso me quede de una sola pieza… todos los tripulantes que estaban esperando a la entrada eran tremendamente parecidos, de un metro y medio de estatura, pero muy humanos. Iba a hablarles, cuando escuche un caluroso saludo de bienvenida, en perfecto castellano.

-Hola Hermano Enrique. Todo bien?- 

Extendí la mano, y fui saludando uno por uno a los que estaban en la fila del semi-circulo. 

Eran 5, yo iba preguntando; Orhion,? Yamaruck? el primero era Ourino, y en orden Yaracka, Fhebo, Bharos, Comandante Yamaruck al final, y ahora, recién entrando al grupo, Orhion. 

¡Al fin conocía personalmente a quien nos había enseñado los valores del espíritu! 

Me sentí como un héroe que triunfa sobre el mal!, era increíble que un ser tan elevado, pudiera ser tan humano tan tangible tan similar a nosotros. 

Lo abracé, y sin darme cuenta del impulso, le bese en la mejilla. Quedé sorprendido por la acción.

El, tomándome por los hombros, hizo lo mismo conmigo. Fue un momento interminable. 

Todos en silencio, sonrientes, me observaban.

El Comandante Yamaruck rompió el hechizo del momento, e invitándome a seguir, camine con él mientras
Orhion y los demás nos seguían. 

Noté que ellos en estatura me llegaban a la altura de mi nariz. Deduje que debían medir no más de un metro con cincuenta (1.50mts.). 

A un lado del pasillo metálico, entramos por una puerta holgada, que nos conducía hacia el centro de la nave, según mi orientación. 

Nos esperaban unos cómodos y abollonados sillones individuales, que me ofrecieron inmediatamente.

Observé alrededor del cuello de Orhion, una especia de “gargantilla” con unos símbolos o letras, que me parecieron “runas”, los demás no llevaban ni marcas ni galones, que pudieran significar alguna pista para mi, de su rango o categoría. 

El comandante Yamaruck vestía un elegante y bien diseñado traje de una pieza color plata, los demás vestían similar, pero de color verde claro, donde semejaban ver algunos bolsillos laterales y horizontales, botas plateadas pero sin brillo, y en sus suelas una tenue luz, que iluminaba la parte del piso por donde se paraban o se movían. 

Sus manos cubiertas mostraban una fina y delicada piel, que pude sentir al saluda a cada uno de ellos y con el toque de la mejilla de Orhion.

Me indicaron que habían 16 tripulantes, distribuidos en los dos pisos y cúpula, con múltiples asignaciones. 

A diferencia de los Pleyadinos, no me enseñaron su fuente de energía, y no me “desinfectaron” tampoco.

La conversación se inicio en castellano, advirtiéndome que ellos podían hablar en otros idiomas terrestres con tanta facilidad como ahora.

La conversación giro en torno al grupo, y los resultados de la información que habíamos recibido desde diciembre del 73 hasta ésta fecha de julio, que eran los 6 meses de continua comunicación. 

Me informaron que pertenecían a la misma organización estelar de los Pleyadinos, solo que estos eran más avanzados en muchísimos aspectos, y que tenían suscritos convenios de intercambio, que no me dijeron. Tampoco supe en que se basaba ese acuerdo. 

Al preguntar sobre el desarrollo del grupo, me dio la impresión, posteriormente al evaluar los 40 minutos aproximadamente que estuve en contacto, desde el momento que aterrizó la nave, hasta el momento en que salí, que ellos estaban realizando una prueba con nosotros (el grupo) a un nivel que se me escapa el interpretar.

Los informes y enseñanzas espirituales, mesiánicas, y con olor cristiano, se me antojaban era para medir las reacciones y consecuencias, como manera de termómetro, en que, a nivel planetario impactaría un evento de tal naturaleza, cuando las creencias están arraigadas.

Creo que ellos estimularon precisamente eso, nuestras creencias, para medir ese posible impacto a nivel planetario, cuando se hiciera saber que el hombre terrestre no fue creado como dicen las religiones, y todas ellas tuvieran que experimentar una transformación para sobrevivir, y la que no lo hiciera en esa etapa, condenada a desaparecer.

Advierto al lector (solo es mi sospecha), que estos alienígenas, que en el más remoto pasado tuvieron alguna ingerencia directa, hayan visto muy claramente lo que hemos hecho con sus enseñanzas, y cómo nos ha servido para manipular, controlar y someter. 

Me disculpo abiertamente con todos mis amigos miembros del grupo, si se sienten ofendidos de que mi apreciación no sea la correcta, pero he tenido tiempo de pensar muy detenidamente todo esto.

La estadía a bordo se había reducido a esa reunión, en que estuvieron 6 de los miembros de la tripulación.

Me alertaron sobre la llegada de una gigantesca nave con un personaje muy importante abordo, para tener una entrevista con dos grandes y evolucionados hombres terrestres; reunión que se llevaría a cabo el mes siguiente (agosto) en algún lugar del planeta. 

Yo pensé que después de esto algo grave pasaría, como el acontecimiento de la II guerra mundial, o algún grave suceso planetario que sacudiría las fibras de sus pobladores: pero no fue así. 

Esto tiene otras implicaciones muy lejos de ser interpretado por nosotros.

En las pocas preguntas que hice, me mostraron un panorama muy difícil para la humanidad. 

Tenia claro que, para el grupo, se estaba terminado el tiempo de las comunicaciones. 

Pero lo aprendido ahora me da una visión muy clara del acontecer. No solo diario sino a corto y largo plazo, tanto en el campo político, militar, social y sobre todo el religioso.

Al dar por terminado el dialogo, entre otras cosas, me dijeron saludar especialmente al hermano Quiroga y su hijo Javier. 

Ellos habían logrado entrar en el “canal” de los Venusinos, pero por alguna razón, no lograron mantener la comunicación. 

Me hicieron un comentario sobre el nombre que le daríamos al hijo que estaba por nacer, fruto de la unión con Gloria. 

Los Venusinos nos habían dicho, a Gloria y a mí, que era varón, y que nacería entre el 23 y 25 de diciembre de ese año de 1974. 

¿Cómo supieron con tanta exactitud el nacimiento de mi hijo? 

Ellos habían autorizado el llamarle Orhion Yamaruck, puesto que Gloria quería el nombre de Yamaruck y yo el de Orhion. Finalmente optamos por el nombre de los dos, plenamente autorizados por los mismos Orhion y Yamaruck.

También me llamaron la atención a prestar mayor atención al desenvolvimiento del grupo, ya que “algo” hacia peligrar su existencia. 

Es más, creo que debido a esta situación, ellos terminaron su “plan” antes de lo previsto. 

Mi estancia en la nave había terminado sin movernos del lugar de aterrizaje.

La despedida fue como de antiguos amigos, efusivos y joviales, dándome una gran confianza interior.

Me sentí privilegiado, ¿Por qué no? 

Era uno de los pocos mortales que podían contar una historia igual.

Al despegar la nave, cuando ya me había retirado lo suficiente, sentí una gran nostalgia que hizo brotar
lágrimas de mis ojos. 

Escuché a los lejos ladridos de perros, que quedaron grabados, una vez la grabadora volvió a funcionar. 

A lo lejos, un avión irrumpió el bellísimo amanecer, frió, pero hermoso. 

Grabe con mi voz las apreciaciones del encuentro, y me senté en la hierba para pensar, para despertar de ese acontecimiento, y lograr mantenerme equilibrado y claro, en mi futuro proceder.

Ahora estoy seguro de que la presencia extraterrestre en nuestro planeta, obedece a un plan muy específico de largo alcance, con todas las implicaciones que esto conlleva, en que dos fuerzas Universales: el bien y el mal, están trenzadas por prevalecer, y hasta ahora, no se ha podido vislumbrar un ganador. 

Mas adelante expondré como, quizás, la fuerza de la verdad prevalecerá. 

Cuando el “bueno” va perdiendo, algo le recuerda su honor, y toma fuerza descomunal, que le hace actuar de forma increíble, y derrota a su oponente.

Así prevalecerá el espíritu de libertad, y las religiones ya no tendrán influencias para convertir en fanáticos a sus ignorantes feligreses, y hacerles perder su verdadera identidad, y esencia de Inmortalidad.

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