viernes, 17 de julio de 2015

Parte 15: “A LA SOMBRA DEL ASOMBRO”. Ovni. La Gran Alborada Humana.







Enrique Castillo Rincón, la historia verídica, de un hombre contactado.
1974. Bogotá, Colombia.







Pensé detenidamente el hacer conocer solo en parte tal información a los miembros del grupo, ya que esta vez, a diferencia de las otras comunicaciones yo estaba solo. 

Yolanda nos daba una copia a todos cada semana. 

Ella se llevaba el cassette grabado, y en su casa muy paciente, nos sacaba las copias con el nombre de cada uno del grupo, escrito en la primero página, con lápiz.

¿Por qué no se dio esta información a nivel de grupo? 
Obviamente, en la Lógica se hace mención de él.

Pero insisto, ¿Por qué se hizo privado? 

No tenía las respuestas, y por esta razón fui muy cauteloso con la información recibida. 

Gloria leería esto en parte, pero no recuerdo ningún comentario al respecto.

Leyendo la “Lógica de la Lógica”, varias veces, casi a diario, me di cuenta que el mensaje implícito era dinamita, por lo directo en señalar varias descomposiciones espirituales que se habían gestado hace miles de años…y todavía perduraba el error. 

¿Como dar a conocer éste gran mensaje sin abrir viejas heridas? 

¿O ver ofendidas a miles de personas? ¿Podrían considerar esto como un ataque a los estamentos tradicionales de creencias?

Me debatía entre el temor y la felicidad. 

Temor, por lo que dirían o como racionarían los que se sintieran agraviados. 

Felicidad, porque me informaba que había una gran fuerza renovadora para los auténticos buscadores de la verdad, y esto involucraba a Todos los profesantes de cualquier fe o religión. 

Era en realidad, un despertar de la conciencia en toda la tierra.

Por ésta razón, muy pocas personas conocieron la “Lógica de LA Lógica”.

Ahora podía entender mejor la experiencia dirigida por los Hermanos mayores, 13 días antes de dictar la
“Lógica de la Lógica”. 

Para mi no había duda, nos preparaban para esta información. 

Nos habían advertido que nos darían algo muy importante para ese 11 de julio.

Todos, a la expectativa, hicimos un comentario sobre lo que seria esa noche. 

Solo habíamos, extrañamente, nueve miembros del grupo, entre ellos, uno nuevo, que se había sumado, de nombre Vladimir, estudiaba medicina (Hoy dirige una Clínica en Bogotá). Hacia pocos días había regresado de México, y traía un poncho (Tipo de ruana de lana), y lo acomodó debajo de mi cabeza.

Me dieron orden de decir todo lo que viera y oyera detalladamente. 

Así se iniciaba, lo que llamaron ellos, “un desplazamiento”, sacando mi espíritu de mi cuerpo a través de una “conexión”, para estar totalmente consciente de lo que viera.


Bogotá, julio 11 de 1974 (Hora 8:14 p.m.)
Primer Desplazamiento al TEMPLO DE LAN-DAK
El hombre Primario.

Desde las profundidades del tiempo, y del espacio, a través de milenos incontables,  el hombre, deambula, en busca de nuevos horizontes.

Desde la misma línea que se tendió, en la etapa primera de los tiempos; 

desde los tiempos inconmensurables, en que la historia ha vuelto polvo las palabras. 

Ídolos y hombres, y desde ésta línea, que se ha tendido para los habitantes de éste planeta.

Empiezo a ver cuevas oscuras, criaturas gigantescas,  y casi-hombres, luchando en manadas, en contra de
ellas. 

Y veo catástrofes espantosas, en que estos medio-hombres fueron sumidos.

Puedo observar esa lucha titánica, en la que predomina la chispa de inteligencia, de estos seres en contra de las criaturas gigantescas, y en contra de los elementos, que los barren de los campos; 

las tribus se agrupan; vencen casi siempre, y la unión que hacen estos seres, con sus formas de vivir, en contra de las inclemencias de los enemigos, separados por el tiempo.

¡Y vi pasar el tiempo! 

Y estas criaturas empiezan a ver la necesidad de unirse permanentemente, para contrarrestar esas fuerzas, y neutralizar esos enemigos, que son del ambiente en que se desarrollan. 

Ciertamente son muchos los factores que se presentan en su contra, pero está previsto que desarrollarán intelecto, de manera incipiente, para prepararse en contra de las adversidades que se le presenta, terrible e implacable en contra de ellos.

Así pasan los siglos y el tiempo. 

Y veo luces multicolores, y grandes montañas, que se levantan airosas. 

Veo la fuerza titánica e iracunda de los elementos, en contra del hombre. 

Pasan los tiempos, caen las sombras de la noche, y se levantan nuevas épocas: el hombre permanece.

Vence continuamente a través de los años y el tiempo, a través de las épocas, y triunfa; 

y se detiene continuamente, en la necesidad de permanecer unido, para vencer a sus enemigos comunes, que se presentan implacables, en contra de su propia vida.

Caen las sombras de la noche en el tiempo. 

El hombre fortalece la conciencia, y se levanta en intelecto, en medio de aquellas inclemencias: 

y el hombre es preparado con nuevas armas para vencer. 

Llega la época y meridiano de los tiempos. 

Ya en el hombre es solamente un mal recuerdo, por lo que tuvo que atravesar. 

Y lo veo entrando en templos, siendo grande. 

Creciendo el hombre, se desposa con el saber.

Puedo ver símbolos, jeroglíficos y puedo ver hombres.

Los veo sentados allí, en los Templos, rodeados de hombres que les escuchan.

La Voz del Maestro se eleva sobre todas, no por el timbre de su voz, sino, por el contenido de sus palabras.

Allí le veo sentado, irradiando conocimientos tras conocimiento, consejo tras consejo, y veo el movimiento de sus manos y de su cabeza; 

hay un no se qué en su mirada.

El movimiento de su boa ejerce poder sobre todos, 

y todos embelesados, le escuchan, y aprenden. 

La Voz estentórea del Maestro vuelve a llenar los oídos de los hombres.

Veo grabados en los grandes pilares del conocimiento. 

Miro en sus paredes, y toco con mis manos sus relieves, 

en dibujos de acabado perfecto, en tintes y colores maravillosos, en donde se graba la historia,

donde se graban, para que permanezcan las palabras mayores, de gran altura,

 y para que las generaciones futuras encuentren los tesoros, que los hombres, en determinada fecha lograrán alcanzar.

No todos los hombres puede ser poseedores de ésta riqueza, 

no todos los hombres pueden permanecer en ella. 

Los libros viejos y polvorientos que se esconden, guardados en esos cofres, entre tumbas, y en cuevas secretas, y en templos, y en sitios especialmente dispuesto allí. 

Veo al Maestro dirigiendo la operación, a los hombres poseedores de esas palabras, cerrar y sellar, en forma indeleble, sus cofres, 

antes de que venga el mazo a romper puertas y ventanas, y las tiren con fuerza.

Época feliz para solamente unos pocos hombres, que mantienen la llave en sus manos, y hacen partícipes a unos cuantos hombres, que pueden señalar.

Pero sigo caminando, hermanos, ¡en el templo! 

Y veo sus grandes pabellones, la altura de sus techos, la construcción de sus ventanas, la forma de sus pisos y paredes. 

Allí, en la nave de Oriente, se encuentran cristales de colores maravillosos, 

el Sol filtra sus rayos, y causa fenómenos multicolores. Allí, en ese sitio permanecen los iniciados.

Veo el salón principal del templo, donde solamente unos cuantos tienen acceso. Allí les veo con sus libros, con la pluma en mano, escribiendo, les veo meditando. 

Allí prenden sus lámparas, y sus aceites, para permanecer embebidos en sus pergaminos y sus conocimientos.

Y camino más al fondo, y sigo caminando, y llevo un guía, puedo describirlo plenamente, 

no es un anciano, es un hombre de mediana edad, tiene toga y túnica encarnadas, no tiene pelo en su cabeza. 

Me examina con su mirada, y me da miedo; y me mira, y me insta a seguirle. 

Al fondo del Templo, debajo de un gran mausoleo de granito, levanta la mano, y me dice que le siga, 

Le puedo ver abierto el pecho, mangas hasta el codo. 
No lleva anillos, tiene las uñas largas, manos finas y limpias. 

Lo más probable es que nunca haya hecho trabajos pesados en su vida. 

Lleva un gran pectoral colgado al pecho, suena metálico. 

Toca una gran medalla, y suena como un cascabel; 

y no tiene barba, su nariz recta totalmente. 

El pelo se nota y se ve, que ha sido rapado, totalmente, y puedo ver sus pies limpios, en sandalias de piel.

El clima que impera aquí dentro es acogedor. 

Alcanzo a escuchar, al fondo, pasos de otras personas, y voces, llegan hasta mis oídos. 

Él baja dos escalones, y me dice que le siga; hay mucha luz aquí. 

Me atrevo a bajar tímidamente dos, tres escalones, y me agacho, en señal de observación. 

Termino de bajar hasta el fondo.

Doce escalas pequeñas, y una grande, que señala un gran ojo, que estoy pisando en este momento, en el suelo. 

El ojo esta incrustado en el piso. Tiene colores muy vivos, 

da la impresión de que me sigue con su mirada.

Y éste hombre me insta a seguirle. 

Con su mano me dice que le siga, a un pasillo muy corto, tengo que agachar la cabeza. 

¡Pero todo esta iluminado!, camino y camino, y las paredes son blancas, y no hay nada grabado. 

El pasillo es largo, los pasos del que me guía, lentos y seguros. 

Allí hay luz otra vez, ahora más brillante, y al fondo, un pequeño altar. 

¡No hay ninguna imagen! 

Un pequeño disco dorado, cuelga del techo, de un hilo dorado, desde el pabellón central. 

Hay muchos arcos que cuelgan.

Diría que todo esto es de oro puro…No se de dónde viene la luz.

Me detengo a mirarlo, y mi guía me mira, y también le hago señas, que si es permitido observarlo: el calla. 

Sigo entonces adelante, tras de él. . No quiero molestarle…! 

Qué maravilla!, el disco no tiene ninguna insignia, es liso, totalmente. 

Solamente una lámpara de aceite ésta prendida; diaria que huele a incienso a mirra. Es una extraña sensación.

Hay un pebetero lindo, tallado, tiene un fino encaje encima; parece seda. 

Mejor me alejo; me detengo, por un ademán de mi guía, y se abre una puerta… 

¡Allí está sentado!

Mi guía me dice que espere, y el sigue; 

está sentado frente a una burda mesa, con muchos papeles y libros encima. 

No hay lámparas pero hay mucha luz… 

¡es joven! pero a diferencia de mi guía tiene el pelo largo, y tiene barba; 

pero su cara no es como la de mi guía, es bondadosa,, amable y sincera. 

Tiene una vestidura como el color de la nieve; blanca, muy blanca. 

Tiene sus manos encima de la mesa. 

El guía viene para acá, y me dice que pudo seguirle hasta el fondo.

Me habla, al fin el guía me dice…

-He ahí ¡Ese es el señalado de los siglos! ¡Ese es el que ha de venir! ¡Ese es el que vino, y ese es el que estará entre nosotros!- 

Me dice que me detenga, y que no puedo llegar hasta él.

Es el señalado de los siglos. ¡El Gran Ojo, El Juez, y Asombro de los Tiempos!... Y no me habla. 

No me habla. Creo que lee mi pensamiento, y pregunto si es el hombre por quien tanto hemos esperado. 

Y no contesta nada. 

Mi guía coloca la mano sobre mis hombros, y me dice que no pregunte nada, que solo me es permitido verlo, y que señale a vosotros lo que veo. 

Aquel hombre sonríe, y levanta una mano en ademán bondadoso, dice que debo saber esperar, y que debo retirarme.

¡La belleza de su semblante!; 

voy a tratar de describirla. No es anciano. Tiene que ser poseedor de una gran sabiduría, porque siento que la irradia, y allí está, sencillamente maravilloso. 

Sus ojos profundos y alegres, los pómulos un poco salientes, está sonriente, siempre está sonriente. 

Puedo ver sus dientes, impresionantemente blancos y parejos. Bigote y barba de un color. No es negro ni es gris; no podría describirla, la esconde el pelo. 

No puedo ver sus orejas tampoco. La frente es ancha, no tiene arruga ni entrecejo. 

Por la forma como esta sentado, diría que no tiene más de un metro setenta de estatura.

Debo retirarme ya. 

Mi guía me dice que me retire, yo agacho mi cabeza en señal de aceptación; y me inclino ante El Señalado de los siglos, y ante el Señalado de los tiempos. Ese es su nombre.

Diría que estoy oyendo música, pero no se de donde sale. 

No quiero voltear la espalda para no dejar de verle. 

Su rostro bondadoso me da fuerza, y me siento seguro…

Allí está pues, toda la sabiduría y la forma como permanece en lo absoluto, en perfecta armonía. Ese es El. 

¡Y Allí esté el Gran libro! 
¡Allí está el Gran Libro de los tiempos! 
Me van a permitir verlo. 

Me hacen señas para que me acerque. 

Está debajo de un gran sol, que vi en la entrada. 

Allí está el Gran Libro: se lava las manos mi guía, y me dice que me acerque; se seca con un pequeño lienzo blanco. 

Abre la primera página, me dice que mire. 

¿Sabéis que hay en la primera página? 

Solamente dos manos abiertas, solas. 

Así que pasa la otra página, y me dice: ¡Mira! 

Veo dibujos de aves, de flores, símbolos, jeroglíficos, pequeñas manos así, así también !

Que extraños símbolos tiene! 

Casi todas las hojas son símbolos y señales de oración. 

Veo dos manos tomadas así. 

Dos manos de frente, una hacia arriba y también hacia abajo. 

Otra vez me mira, y me mira calladamente, y pasa hoja y hojas, y no entiendo nada.

Cierra el Libro, es grande y grueso, hojas blancas con bordes dorado. 

Todos los libros que hay son dorados; no hay otro color.

Son Dorados con fondo blanco, y con un gran sol en la tapa principal, y una pirámide pequeña, blanca. 

No veo letras ni veo nada más.

La pregunta, otra vez 

¿Qué es lo que hay allí dentro?, y una voz me responde: 

-Estos libros solamente son tocados por los Grandes Maestros, en ellos está la historia del hombre, su procedencia, su nacimiento, y su muerte, en cada reencarnación, y vida eterna; y también, todos los grandes misterios de la creación, la procedencia del hombre, desde los confines, en donde fue creado, hasta los confines, del más alto conocimiento, a donde llegará. Es la historia de nuestra historia. Es, en realidad, la historia de nuestro planeta.- 

¿Y quién la escribió?-, Pregunto. 

-¡NOSOTROS!- 

-y..¿Quiénes son ustedes?...- 

-Nosotros somos la consciencia de los hombres…-

Me atrevo a preguntar: -¿Por que?- 

La pregunta queda sin respuesta. No me responde…

-Se ha terminado tu viaje, se te ha permitido ver, pero no preguntar.- 

Asiento con la cabeza que entiendo, que comprendo perfectamente. 

Me retiro, y mi guía me da una palmada en el hombro, y me dice:

-Mira nuevamente hacia la salida.- 

Me acerco, para caminar a su derecha, y él me espera, se hace mas lento el caminar. 

Le pregunto -¿En que sitio estoy? ¿A donde me habéis traído y por que?- 

-Os dije antes que no se te es permitido hacer preguntas.-, me dice.

Marcho en silencio, nuevamente a su lado. 

Y trato de mirar todo lo que pueda, para guardarlo en el fondo de mi mente, y creo que me es permitido detallar, y observar todo lo que veo a mi paso.

Paso otra puerta más. 

¡Pero ese no es el sitio por donde entré! 

Me indica que son varias cámaras diferentes, en donde siempre permanece gente: Hombres iniciados. 
Allí están preparándose continuamente. 

Diría que son cámaras secretas, puesto que no se comunican con ninguna puerta. 

Son como laberintos, exquisitamente decorados. 

En todos hay dos pebeteros a la entrada, y sale un humo azul, que tenue se pierde, rápidamente. 

Deben tener incienso, porque el olor es maravillosamente dulce. 

Me dice que no me detenga a ver, y salgo finalmente…

-Este es tu sitio ¡siéntate!-

(Fin de la transmisión)


Mi respiración se había hecho lenta y las pulsaciones del corazón, según Vladimir, se habían detenido, por un momento. 

Todos estaban angustiados, oyendo todo, pero preocupados por mi.

Al terminar el desplazamiento, alguien prendió las luces, y me pegó como un flash en los ojos. 

Por un momento creí quedaba ciego. 

Gracias a que se encontraba una señora, amiga de Maria Teresa, también chilena, gran esoterista, pudo controlar la situación, apagando la luz de nuevo, y hablándome suavemente, con mucho cariño.

Así “regresaba” de una tremenda experiencia espiritual, encontrándome, frente a frente, en un templo lejano, con un personaje, de condición desconcertante.

¿Quién era? ¿Por qué no lo identificaron de otra manera? 

Mi asombro desbordaba lo conocido.

Vale aclarar que recibí primero El Mensaje de Landak el día 11 de Julio de 1974, una semana después, el
18, se realizo la segunda parte de Landak, el complemento del asombroso desplazamiento, que sin saberlo, era el preludio de la “Lógica de la Lógica”, mensaje entregado el día 23 del mismo mes.

Se inició el Segundo Desplazamiento de Landak, de la misma manera que el Primero, pero esta vez vería el nombre del templo, y conocería el nombre del maestro, que el guía llamó “El Señalado de los Tiempos”.

Inclusive, estaría unos minutos, frente a frente con este maravilloso (hombre) personaje.


Bogotá, julio 19 de 1974 (Hora 8:00p.m.)
Segundo Desplazamiento al TEMPLO DE LAN-DAK

Concéntrate en un punto luminoso. Un punto brillante en el centro de la reunión. Como si estuviéramos viendo un punto pequeño…¡Concentrémonos! 

Debes observarlo, como si estuviera aquí dentro. Una pequeña luz brillante, en donde todos centremos nuestras mentes. 

Empezaran a ver, todos, a ver mentalmente, al dejar limpias sus mentes, de imágenes y de ideas. 

Centralicen sus mentes en el punto luminoso. Traten de hacer un esfuerzo, y que todos queden listos y cómodos, ligeramente relajados, limpios de imagines y de ideas, limpios de pensamiento….

Escucha y observa detenidamente, porque harás otro viaje maravilloso, en el que se impregnará vuestra mente y sentidos, con el Aroma Eterno del saber.

Hago para vosotros éste viaje, por el tiempo y el espacio, para que puedan revivir, para que puedan escuchar las palabras, que salen para los hombres de todas las edades, y de todos los tiempos, y a través de todos aquellos que sean llamados, que han sido designados “mensajeros”. 

Así pues, vosotros os encontráis en esa situación…

Fijaos bien en la pequeña lucecita….

Observo los alrededores y sus jardines. 

-Escuchadme, hermanos, ¡Es un templo!- 

¡Estoy otra vez en el Templo!, Vuelvo a caminar nuevamente, y miro la entrada. 

La puerta es de madera, y tiene algunos adornos metálicos, como si fueran de bronce o cobre. 

La puerta tiene no menos de cuatro metros de altura, por dos de ancho. Siento frío, pero no es cortante. 

Oigo una voz que me dice, ante de entrar.

-Observa a tu derecha, en uno de los vitrales, ¿Qué ves?- 

Yo contesto: -Solamente veo, en una piedra exquisitamente cortada, símbolos ¡No entiendo ninguno de ellos! Alrededor de esta piedra hay una pequeña fuente de agua. Un chorro de agua fresca, limpia, cae encima de ella, y veo los símbolos, pero no entiendo ninguno.-

Vuelvo a escuchar la voz que me dice: -Allí está el nombre del templo. Si es tu deseo saberlo, lo sabrás-

-¡Yo si quiero saberlo!-, le respondo. 

Me sitúo al frente: es raro, el agua dejó de manar del pequeño grifo que había. 

Dejó de manar agua, y veo más claramente ahora…

Hago un esfuerzo de concentración, y me llevo las manos a la cabeza. ¡Me duele! 

Pero veo: Lan-Dak. Esa es la palabra. 

La estoy viendo claramente, y abro los ojos, y sigo viendo la piedra nuevamente, con los mismos símbolos. ¡Lan Dak!... ¡Lan-dak! 

Debo recordarlo: El templo de Lan-dak.

Se abre la puerta, pesadamente, y me dicen: 

-Entra, ¡Adelante- 

Yo oigo la voz que me dice: -Repite lo que oigas-

Empiezo a caminar, y vuelvo a ver las paredes, los muros, las piedras grabadas, y los dibujos de colores.

Casi todos tienen un color ocre, que da la sensación de movimiento, por donde voy pasando: es el efecto de la luz y del color.

Vuelvo a escuchar la voz…

-Desde el cielo se dan las vestiduras a los intrépidos y a los que persisten, y se visten de amor, porque todo aquel que afile y afile su espada, rápidamente perderá la hoja, y la posibilidad de cortar…mientras más la afile, menos durará el corte.-

Vuelvo a caminar nuevamente, y vuelvo a ver escalones amplios y altos…

Vuelvo a observar los pilares, las columnas, los pebeteros encendidos. Percibo otra vez el olor de incienso y de mirra, y llegan a mis oídos balbuceos, de voces que hablan, que discuten. 

También oigo varias voces diciendo… -Recuerda éste nombre, para que tu mismo puedas investigar, para que avives la Voz interior. Para que puedas desarrollar tu lucidez mental. Escucha el nombre: RAM-RI-DAM es El Nombre…RAM-RI-DAM es el nombre. Ese gran nombre lo recordarás. Deberás investigar todo lo que puedas, relativo a su vida y a sus actos, porque la procedencia de éste gran hombre: El Gran Maestro, y el templo que estáis viendo, se inició aquí. Templo de toda sabiduría. Templo, en donde la Verdad Eterna alumbra y quema a todos los hombres que la buscan. Porque ya no sois corderos; porque ya se visten con nuevas prendas, y se está acumulando para vosotros la energía viviente que mueve los mundos, que engendra hombres. Que engendra mentes y consciencias. Porque el que cabalga en la doctrina del amor, y enciende para si la lámpara, y lee y escudriña, y aprende, todo lo demás se le da por añadidura. Porque el conocimiento y el saber y la llama suprema, que se enciende, no se apaga jamás. Allí está el alimento del hombre, y allí está el Innominado. ¡Miradle bien! Allí está el Innominado. En él está el hálito de la vida. Allí está el camino de los caminos. Allí él marca la historia de la historia. Y allí se encuentra en él todo el amor y la sabiduría del Universo. A él se la ha dado potestad, y todas las cosas están sujetas al Innominado, porque él aprendió aquí, y aquí vio la luz del Padre; y desde aquí salió la Luz al Mundo. De aquí salió la Verdad, y de aquí salió la nueva y sana doctrina. Nosotros velamos porque, al amparo de la Luz Eterna, todos los ojos puedan brillar con luz propia.-

-No estrujéis contra vuestro pecho más de lo necesario a vuestra vida. Porque aquel que le tenga mucho amor a ella; la perderá. El que se desprende de ella, por las verdades del mundo, aun por su amigo; la encontrará. Es un juego de palabras, y el que encuentre y comprenda mis parábolas, encuentra la luz de la vida. Porque el que ame mucho lo que tiene; lo perderá, y el que ame en gran manera al mundo, y lo que en él está; encontrará su vida para no perderla jamás.-

-Así pues, los primeros destellos que llegan a vuestra mente, son parte preciosa, que os ayudarán a conformar el Libro de Vuestra Vida; y poco a poco, Yo os permitiré que vayáis ascendiendo y viendo, para que no perdáis la Luz, que incipiente, se os da. Y YO permitiré que caminéis por todo EL Templo; porque escrito está, que el conocimiento saldrá de aquí y de aquí saldrá mi voz, y a personas como tu hermano, que se forjan entre el fuego y el viento, entre el agua y con sabor a tierra; para que encuentren en los elementos el espíritu y la conformación necesaria para formarlo…No desesperéis ¡La paciencia hace milagros!-

-Puedes volver a ver nuevamente hacia acá; Mira, camina un poco más, y mira nuevamente. Porque la Voz que escuchas te hablará nuevamente, y extenderá sus manos-

- Porque YO SOY el que doy vida y también soy el que la prepara, y en mis manos está el dar vida eterna. De MI nunca se dirá, ni se hablará de que he traído muerte a este mundo. Y limpias tengo mis manos, porque mi Padre es mi testigo. No traigo la muerta a nadie. La muerte solo la encuentra el que la busca. Porque Yo Soy Vida y vida es mi nombre. Y mi vida la entregué para tomarla y para que todo el que en Mi crea, no se pierda mas y tenga Vida Eterna. Yo os doy parte de mi Aliento; y llegado el día rasgaré mis vestiduras ante mi Padre para dar testimonio ante los hombres de que traigo vida y vida es mi nombre. He dado amor, y Amor es Mi Nombre. He dado conocimiento, porque Saber es Mi Nombre. He hablado la verdad, Porque Yo Soy la Verdad, y en Mi se encierran todas las cosas, y potestad es Mi Nombre, y he sido con ustedes en el principio, y estaré con vosotros hasta el final. Y si alguno de vosotros me entiende, y comprende mis palabras y se acerca a MI, Yo le daré mi mano fuerte, y le cobijaré con mi manto, y le daré a probar el Amor Eterno, que baja desde los cielos, para que sea un Hombre nuevo, para que se adoctrine conmigo, y Yo con él, para que el hijo del
Hombre no se pierda, y él y Yo seamos UNO; para que él y Yo seamos en Mi Padre, y mi Padre sea siempre conmigo, y todos vosotros CON EL. Y yo os hablo siempre de vida; y si entregáis conmigo éste conocimiento ya sois llamados Hijos de Dios-

-Ya podéis mirarme. Podéis ver que Yo os doy Vida Eterna. Y si tú me sigues, jamás padecerás de sed y de hambre, porque Yo Soy el buen pastor, y os recojo con mis manos, y doy mi Vida por vosotros. Tomad pues mis vestiduras, y seguidme. No dejéis abrojos en mi camino. Puedes irte…Ya puedes irte. Regresa, lleva a todos los Míos mi Bendición Eterna, para que no se pierda ninguno de ellos. Diles que Yo Soy por ellos, para que ellos estén en Mi y a su debido tiempo Yo les recogeré, y les pondré entre los Míos…La paz sea siempre entre vosotros. Y yo Soy por vosotros, y estoy por vosotros. Que así Sea Paz…Paz…Paz.-


Una vez finalizada la experiencia, todos nos abrazamos, con profunda alegría. 

Alguno me dijo que nunca había tenido un sentimiento de amor y paz tan profundo, como el que ha experimentado en ese segundo “desplazamiento”. 
No puedo aclarar con exactitud que clase de fenómeno se realizó, dirigido totalmente por los extraterrestres. 

Estoy seguro que no es viaje astral, ni desdoblamiento, que también he experimentado sin mi voluntad, y sin intervención de los extraterrestres. 

Por tanto, es muy difícil decir con seguridad a que clase de experiencia fui sometido. 

Solo diré que sentí el frío, el viento en mi cara, el clima abrigado dentro del templo, olí el incienso , toque las paredes, escuché claramente las voces, experimente y sentí en mi corazón y espíritu el tremendo impacto, de estar frente a frente, a un ser espiritual superior, ¿Qué papel juega aquí? ¿Quién es en realidad? ¿Por qué razón los Pleyadinos me lo hicieron ver y oír? ¿Qué está por suceder? ¿Fue un viaje en el tiempo, regresando al pasado? Cómo comparar lo que sucedió?

Honestamente no tengo respuesta.

Las visitas de algunos miembros del grupo eran frecuentes a mi casa, no solo por ser integrantes de él, sino, porque había surgido entre nosotros una gran amistad. 

Como advertí antes, el grupo inicial se había disuelto, y personas nuevas se habían unido. 

Al nuevo grupo se le sumaron los siguientes:

1-Alcides Camelo (Traído al grupo por Pedro Ávila)
2-Ernesto Pérez Gaitan (invitado de Richard)
3- Gloria Inés Ortiz (mi compañera)
4- Yolanda Franco
5-Luis Enrique Cuéllar
6-Rafael Cozzarelli
7- Vera Quintana
8-Capitán Gustavo Gómez
9-Vladimir
10-Fabio Gomez (quien no duró mucho como miembro)
11-Gerardo León
12-Nelly Ordoñez (compañera de Gerardo)
13-La hermana de Nelly, cuyo nombre no recuerdo.

Llegaron a ser un total 26, en dos grupos. 

Se conservó el grupo inicial con 13, al que llamábamos el “Grupo de los 12”. 

El otro grupo, se reunía en casa de Gerardo León, como ya dije, en la calle 11 con carrera 31 A, en la zona industrial (Barrio Ricaurte), al sur-oeste de Bogotá. 

No era extraño que algunos de éste segundo grupo, formara parte del primero, de hecho, así era.

Para mi era agotador, pues en casa de Richard, de Marjorie, y Gerardo, la persona que recibía
“comunicación” era yo. 

Algunas veces Alcides Camelo era el “canal”, pero con él había un problema, no podía interpretar lo que el veía o le trasmitían. 

Algunas veces recibía Chela, y, mientras los dos grupos se desarrollaban, Karen formaba parte esporádicamente, pues regresaba a México, después de permanecer unas cortas temporadas en Bogotá.

Un día nos habíamos reunido de emergencia, pues los hermanos Mayores de Venus nos alentaron que había llegado el día, en que, un personaje anunciado, con anterioridad, habría de hablar al grupo. 

Era el 26 de Agosto (1974). 

Dos días antes, me habían festejado el cumpleaños en mi oficina, como sorpresa. Era, casi sin saberlo, como una despedida de Conmutel Ltda., pues al mes siguiente dejé de pertenecer a la sociedad, donde yo era el Gerente.

Como era una fecha especial, invitamos mucha gente desconocida, cada miembro llevo gente que ni
siquiera creían en los extraterrestres. 

El punto de reunión, para tanta gente, fue un apartamento desocupado que tenia Marjorie en la calle 20 con carrera 5, edificio esquinero, en un tercer piso, eran las 10 de la noche. 

Las personas tomaron su lugar en el suelo, pues no había donde sentarse, excepto dos sillas, en una me ubique yo, y en la otra Marjorie.

Este fue el mensaje. Las grabadoras comenzaron a funcionar…

Bogotá, D.E. Agosto 26 1974
DESPEDIDA DE ORHION
Telepatía Enrique Castillo.
(Hora: 10:00p.m.)

Buenas noches, buenos días, amadísimos hermanos:

La LUZ y el CONOCIMIENTO abran vuestro espíritu, para recibir SABIDURIA, según es vuestro deseo.

Os citamos esta noche para darles razón, por la cual, ha venido a éste planeta, y está entre vosotros, mi
Gran Maestro SAAMAT KAMUTT. El os hablará personalmente. 

Y Yo, ORHION, que durante muchas horas he podido estar en vuestros corazones, y darles la fuerza que vivifica el espíritu, la cual vivirá con vosotros, y conmigo. 

Es uno de los tesoros más grandes que he recibido. 

Me he deleitado dándoles mis palabras y mensajes, que últimamente me entendieron.

Es la ultima vez estoy con vosotros, dejo mi corazón, que tantas veces ha palpitado por ustedes. 

Si alguno de vosotros llega a palpitar con el Universo, encontrará su procedencia. 

Si alguno de vosotros señalare a su hermano, está volviendo para si, su propia concepción, que ha creado de la vida.

En mi último día en la ciudad, me he dirigido a vosotros, por expreso deseo de Mi Maestro y Mío, porque vosotros, los del Grupo, vibran en mi corazón, y los tomé para mi, como mi misión. 

Me he responsabilizado de cada uno de ustedes, y ha nacido en mi corazón la flor de la belleza; el amor estaba ya en él; pero vosotros lo habéis hecho florecer. 

Siempre os dije, en forma continua, que mi amor por vosotros era grande y real, y a mi hermano Enrique se lo manifesté, y en mis palabras no hubo más que un solo camino… 

Que por medio del mensaje todos encontraran, de manera sencilla y clara, su Verdad.

Si no encontraron en mis palabras AMOR; CALOR; entonces, frío estaba el corazón.

Si no encontraron TERNURA, entonces, mis palabras eran amargas…

Si no encontraron DULZURA, entonces, he perdido mi misión…

Si no supieron comprender el amor que yo les daba, entonces, mi venida ha perdido su propósito.

Por eso…al despedirme, les dejo el más profundo de mis deseos: 

QUE SE REENCUNTREN A SI MISMOS, Y QUE CADA UNO ENCUENTRE SU RAZON DE SER.

Mi propósito, en ésta misión, fue darles un hálito de vida, darles LUZ Y SABER, para que, al amparo de los cielos, encuentre cada uno de vosotros LA ESENCIA Y EL ESPIRITU, que solamente se revela a los hombres, que encuentran en su interior, la manifestación y comunión de Su propio Hacedor.

Yo os revelo, ésta noche, que el hombre que se supera a si mismo, tiene un porvenir grande, en el NUEVO MUNDO, que se levanta para los hombres, y por lo que he podido percibir, CIERTAMENTE SON POCOS
LOS MERECEDORES DE EL.

Al hermano Enrique, le recuerdo mis palabras: 

"Porque el tiempo es venido para que obtengáis la corona de la vida."

MI AMOR queda para todos los del grupo.

Os dejo mi bendición, deseándoles LA PAZ”


Con el tiempo pude saber, que el encabezado del mensaje: “Buenas noches, buenos días” obedecía, a que, en el momento en que se dirigían a nosotros, en el sitio donde ellos estaban, era de día.

El sabor mesiánico-espiritual era constante de los Venusinos para el grupo, que por lo extenso de su contenido, no puedo publicar aquí. 

Pero no hay duda que el mensaje tenia el clásico mesianismo tradicional. 

Yo mismo me revelé, en alguna ocasión, contra la situación, al ser el medio o portador de dichos mensajes.

Orhion, en alguna ocasión nos comunicó que era joven, pues apenas tenia 150 años terrestres, de los 300, que ellos vivían.

Orhion se despedía del grupo, y fue una ingrata noticia, pues todos los que reíamos, nos afectó la tristeza, y fue tremenda, porque se marchaba. Yo guardé para mi, mi sentimiento.

Seguidamente, y sin parar, “entro” el segundo mensaje, (eran ya las 10:25), en los siguientes términos:

Bogotá D.E. Agosto 26 1974.
MAESTRO SAAMAT KAMUTT visita nuestro planeta.
(Mensaje Telepático recibido por Enrique Castillo)
Hora: 10:25 p.m.

Amadísimos hermanos, buenas noches, buenos días:

La tristeza me embarga, el dolor que siente mi corazón, la experiencia que he vivido, lo que han visto mis ojos, las palabras que han llegado a mis oídos; me han hecho pensar profundamente sobre el destino de vosotros.

Todos los hombres de éste mundo, en los grupos que supieron palpitar con mis palabras, los hombres que se acercaron a mi; recibieron LA LUZ DEL CONOCIMENTO.

Veo en todos los corazones de los hombres, en todos ellos, veo tristemente la palabra faláz, el orgullo, el egoísmo. Muy pocas virtudes, muy poco amor, y lo que es más triste, mucha oscuridad en ellos.

Mi llegada al planeta tuvo como fin especifico, entrevistarme con dos hombres maravillosos de vuestro mundo. 

Conferencias que se efectuaron los días 20 y 23 de agosto, en donde muchos hombres fueron escogidos, para ser testigos de la reunión.

ESTOS DOS MARAVILLOSOS HOMBRES, que habitan entre vosotros, TIENEN LA RESPONSABILIDAD DE PREPARAR A VUESTRO MUNDO, para construir las bases en que descansará la paz y el conocimiento del futuro.

Mi misión fue esa, en donde mi raza y mi mundo, entrelazados a vosotros, con una sola finalidad, se dieron los pasos para acelerar la llegada de estos hechos, que asombraran al mundo.

OBEDECE A UN PLAN, desconocido para vosotros, pero elaborado con las más alta SABIDURIA, en donde
MI PLANETA Y YO, y muchos hermanos del universo, tenemos un papel EN LA ETERNA BUSQUEDA DE
LA VERDAD PARA LOS HOMBRES, en la lucha del bien contra el mal.

Quedaron establecidas las bases, descansando la responsabilidad sobre estos DOS maravillosos seres.

PREPARENSE CADA UNO A SI MISMO, Y A SUS HERMANOS, y sepan esperar, pero más que nada aprendan a conocer, y a vislumbrar el nuevo concepto: AMOR, HOMBRE Y UNIVERSO, INDESTRUCTIBLEMENTE UNIDOS ENTRE SI, COMO EJE CENTRAL DE PODER Y SABIDURIA.

Bienaventurados lo que recibieron y esperaron por éste momento.

Más de 1,200 personas, de éste planeta, entre ellos algunos niños, pudieron escuchar mis palabras. 

Los que no pudieron recibirme…perdieron la LUZ DE LA VERDAD.

… Y si vosotros, hermanos, comprendéis, entonces cualquier esfuerzo es poco, por llegar al conocimiento final…

Os dejo a cada uno la bendición, donde está toda la Fuerza DEL CREADOR.

Así pues, amados hermanos, mi planeta es vuestro planeta, desde éste momento así. 

Y UN SOLO HOMBRE…EL AMOR, Y MI HERMANO, Y VUESTRO HERMANO, JESUS EL CRISOT, Y SU VERDAD, REVELADA AL MUNDO.

¡Que encontréis la paz, y el mundo que estáis buscando!

Paz…Paz…Paz….

En aquellos días, un hombre con su hijo, se acercaron a mi oficina. Preguntaron por mí, utilizando mi nombre completo: Enrique Castillo Rincón. 

Estas personas, que yo no conocía, decían haber sido enviadas por seres identificados como de Sexta Dimensión. 

Al muchacho, desde temprana edad, se la habían desarrollado asombrosas capacidades paranormales: levitación, clarividencia, telepatía, mediumnidad, etc.

En uno de sus trances, Arturo, asi se llamaba, se le manifestaron esos seres. Identificándose con los mismos nombres ya conocidos por nosotros. 

Los acompañaba ahora una cuarta entidad de nombre AJAX (esto me sonó a jabón).

Los cuatro les informaron sobre sus “contactos” con nuestro grupo, y les ordenaron ponerse en contacto directo conmigo, para aumentarles la información.

Arturo y su papa, don Enrique Murillo, me enseñaron el mensaje recibido por ellos, coincidiendo claramente con la información nuestra. 

Arturo y su papa, para ese momento, habían perdido precioso tiempo en localizarme, y los de Sexta Dimensión ya habían finalizado su visita a nuestro mundo.

Posteriormente, Arturo, con uno de los miembros del grupo, con quien se haría muy amigo, El dr. Eberto
Cediel, realizarían experiencias telepáticas increíbles, según nos contaba el mismo Eberto.

Este hecho alimentó un poco otra de mis sospechas, con el consabido disgusto de algunos de los del
grupo, que por el cariño y respeto que me tenían, no aceptaban que yo no era un telépata. 

Los extraterrestres se comunicaban conmigo, y otros del grupo, porque ellos así lo deseaban, no porque nosotros, o yo, en ese caso, tuviera o estuviéramos dotados de facultades. 

Con el tiempo confirmaría que no era yo el dotado.

Este tipo de cosas robaron, en gran parte, el sentido místico de nuestras reuniones, contribuyendo a resquebrajar aun más la estructura de las mismas.

Con todo esto, los mensajes continuaron. Los Venusinos no hicieron ver, otra de las finalidades de su expedición: Debían contactar con gentes de éste plantea. 

Por eso aprovecharon nuestras comunicaciones, con seres de las Pléyades, con la anuencia de ellos, incrementando nuestras informaciones y conocimientos.

Yo releía los mensajes recibidos, que sumaban ya varios. 

Uno en especial, sentado en el suelo de mi casa, llamó mi atención, porque de alguna manera los contactos y las comunicaciones me habían llenado de dudas…

A dónde nos conducía todo esto?

Este mensaje me dio nueva fuerza interior.


MENSAJE A LOS QUE SE INICIAN EN EL CAMINO
DEL MAESTRO SABIDURIA.
(Bogotá, D.E. Mayo 10 de 1974)

Para todos los espíritus que han perdido su camino.

Para todos lo que han tenido solamente como techo la oscuridad.

Para todos los que ha estado cobijados siempre, bajo el manto del desconcierto.

Para los hombres que han andado, y que tienen que regresar, en busca nuevamente del camino.

Para los hombres que no dejan huella, para los hombres que dejan algo de sus vidas en el camino.

Para todos los que son buscadores de lo imposible, y para los que no lo son, solamente hay un camino, solamente hay un horizonte, y desde él, solamente un cielo.

Altruismo, bondad, belleza, magnificencia, amor, comprensión, palabras vanas que han sido pronunciadas constantemente, ellas lo son. 

En ellas hay sabiduría, pero quienes, al lanzarlas al viento, no saben el contenido de su esencia.

Os diré, tan solo esta noche, buscadores: 

¿Qué queréis encontrar?, Qué deseáis para si y para los demás?

Os dejaré mi sano consejo, y os diré mis palabras.

¡Oídme pues! A vosotros a quienes quiero, oídme bien. 

El hombre que medita y piensa, sus pensamientos se comprimen, y su quinta esencia, su espíritu, se engrandece, y su humildad, que lo hace pequeño, antes los ojos de los hombres, lo hace grande, ante el reino del universo. 

El pequeño se hará grande, y el grande se hará pequeño. 

Y el que ha aprendido a caminar, no puede desechar lo andado, porque se pierde. 

Y el que ha caminado sin saber andar, tiene que regresar por el camino.

Todos los hombres, incuestionablemente todos, no se escapará uno solo, que no tenga que andar éste camino.

Y vosotros, que habéis aprendido a caminar sin ayuda, y sin apoyo, si no pensáis en lo que os digo, por el camino tendréis que valeros de un bastón, y, cuando empecéis a caminar, apoyados, es muy poco lo que podéis hacer. 

Los árboles no dan frutos diferentes al de su propia especie, y cada especie no da nada diferente a lo suyo propio. 

El hombre no puede dar más de lo que tiene.

Habéis visto que al hombre no se le han puesto fronteras, se la ha dicho como caminar, y él debe hacerlo, porque hay de aquel que entre en e l camino y regresa, porque se pierde.

Hay de aquel ha visto la luz, y ama más las tinieblas y la oscuridad, y hay de aquellos, todos, empeñados ciegamente en marcar los pasos a los demás, en donde la verdad no existe.

Y hay de aquellos que tiene la Luz del conocimiento, y vuelven ciegos a los demás, porque serán juzgados con todo el rigor de la Ley.

Aprended del niño cuando camina, y aprended del viejo cuando se sienta, y aprended del hombre sensato, que construye su casa en la roca firme, y aprended de las aves, y aprended del viento, y aprended del mar, y aprended del río, aprended de la avecilla, que hace su nido, aprended de la hormiga, y aprended de los demás, pero más que nada, os lo digo, aprended de vosotros mismos.

Yo os bendigo, y os recuerdo, que estáis en las puertas de un nuevo mundo. Os lo aseguro. Estáis ya en él. 

En tanto los Venusinos llenaban de mensajes, profundamente espirituales, los Pleyadinos, a través de Krisnamerck (Ciryl weiss), me habían informado directamente, en 1974, que existía otra fuerza “malévola”, entre unos extraterrestres, que los Hermanos Mayores tenían muy bien identificado quienes eran, y de donde venían, y porque están aquí.

Cuando a nivel público hablaba sobre estos indeseables visitantes de espacio, ignoraba de donde venia y quienes eran. 

Los pleyadinos nunca me lo dijeron: Me informaron que eran sus “enemigos espirituales”, y que habían tenido ya, en el tiempo, confrontaciones.

Cuando daba esa información, hasta amigos míos, muy cercanos, me decían que eso no era cierto, que no habían “malos”, sino incorrectas interpretaciones. 

Recuerdo que hasta dos miembros de la junta Directiva me llamaron la atención sobre mis aseveraciones.

La llegada de Eugenio Siracusa, el “contacto Italiano”, hizo que callara por un tiempo, para no entrar en fricción o controversia, ya que, entre los mismos miembros del I.C.I.F.E., tenia muchos partidarios, que fotocopiaban los mensajes de Eugenio, y los difundían.

El arribo de Eugenio, en junio aproximadamente, rodeado de varios secretarios y ayudantes, nos dejó perplejos. 

No salíamos del asombro de cómo se podía viajar con tanta gente, por varios países, y llegar a un buen hotel. 

De todas maneras, no era nuestro problema, y no podíamos hacer críticas, sino, sólo algún comentario.

Con la llegada de Siracusa, también se aumentó la “ola platillera” que yo había iniciado en el 73. 

Sus declaraciones y conferencias que dictó en la sede del “ICIFE”, hizo que yo cayera en una de las más graves equivocaciones, al declarar, en dos oportunidades, públicamente, que la guerra mundial no se haría esperar más de un año, en base a que me dejé influenciar por las declaraciones de Eugenio, al mostrar una foto, donde una supuesta nave escribía en el aire dos números, que indicaban, según él, el inicio del holocausto nuclear. 

La foto en colares marcaba un fatídico “75” (setenta y cinco punto), indicando el año de la guerra, con una nave alienígena volando al lado del número que acababa de “escribir” en el cielo.

Ya los periódicos y TV, en entrevista en vivo, habían consignado la declaración de sus propios labios, que el era la reencarnación de Juan el Evangelista. 

A mi casi me traga la tierra cuando lo escuché en tal afirmación.

Además, otro suceso iniciado por Eugenio, dejó sin habla a todos los miembros de la Junta Directiva, del
Instituto, cuando fueron a despedirlo al aeropuerto. 

Eugenio les confesó algo, que al regreso a mi oficina, no sabían como manifestármelo. 

Todos se mostraban impresionados, y emocionados, y no sabían quién o cómo me lo dirían. 

Después de varios cuchicheos entre ellos, la responsabilidad cayó sobre un gran y querido amigo y hermano: Luís Francisco Quiroga, viejo amigo mío, y compañero del equipo de fútbol que yo capitanié, cuando tenia 20 años, el “River Plate” de Cundinamarca. 

“Pacho”, como le llamábamos cariñosamente, con el rostro adusto y grave, me dijo sin titubear: 

-Enrique, amigo querido... ¡Tu eres Lucas el Apóstol-

Cómo usted comprenderá, amigo lector, me quede sin habla. 

Pasados unos segundos, en medio de aquel silencio, observando todos mi reacción, y mirándose unos a otros, pregunté, que de donde habían sacado semejante afirmación. 

Gilberto Ferreira repitió las palabras de Eugenio:

-Me voy muy feliz de Colombia, porque he encontrado otro Apóstol de Jesucristo-

Un poco molesto, les invité a que reflexionaran sobre tal afirmación. 

Sabían que yo no era espiritualista, y que desde que me conocían no había dado señales de ser semejante personaje, que me imputaban. 

Al rechazar tal afirmación, rotundamente, entonces uno, y después otro, razonaban que tal vez yo no lo sabía o no estaba consciente de serlo. 

Me pareció una tremenda falta de responsabilidad de Eugenio.

Les respondí en son de broma, que “Lucas” eran ellos, pues eso no era posible. 

Que el verdadero Lucas, de existir, tendría que estar consciente de ese hecho, y seguramente, hasta predicaba el evangelio, cosa que yo no he hecho ni haré. 

El Dr. Juan Guaqueta, miembro de la Junta Directiva, suavizo la declaración de que yo pudiera ser Lucas. 

Les pedí dar por terminado ese enojoso asunto, solicitándoles que de lo ocurrido, no se enteraran más personas, porque ello me podría perjudicar notablemente. 

Así dimos por concluido el incidente, y todos mis amigos cumplieron con su palabra, de no divulgar tan fantástica aseveración, hasta el día de hoy.

En tanto, los Pleyadinos me indicaban, y hacían hincapié, en tener mucho cuidado y prudencia, ya que “La Otra Fuerza” estaba afincada en nuestro planeta, y ya había penetrado varios niveles de la sociedad, engañando con mucho tino a los falsos espiritualistas, que vibran en una escala de cierta intensidad. 

Que esa “Fuerza” podía identificar fácilmente, y hacer presa de esos “fariseos” de la Verdad. 

Me indicaban que generalmente están en los llamados grupos “espiritualistas” de todo el mundo. 

Inclusive haciéndoles “ver” durante el sueño aparentes experiencias místicas.

Esa “Fuerza”, poderosa y demoníaca, por cual, los hombres de frágil mente y débiles de espíritu, habían permitido ocupar un peligroso lugar en la Tierra, a su abanderado, utilizando una peligrosísima arma que afecta a los sedientos de poder. 

Esto se producía por medio de unas ondas síquicas tipos “O”, que hacían operar impunemente, sin que pudieran intervenir los Pleyadinos.

Los seres de las Pléyades me explicaron, que el hombre terrestre tiene, desde el momento de su encarnación tres rasgos especiales. 

De uno de ellos me hablaron inmediatamente: 

-La inteligencia está programada con una característica especial, que nos indica nuestro verdadero Génesis, y que ella despierta en los individuos, en un determinado tiempo, para bien o para mal. Esa “señal”, generalmente les llega a los que tienen arraigos religiosos. Ese aviso o señal, se encuentra en las neuronas de la memoria. Por esa razón en particular, ellos estaban aquí, pues en cierta forma, también, son responsables del desarrollo de la inteligencia-

Esto parece coincidir con los sueños de miles de personas de todas las edades, que describen, con gran precisión, a los Hermanos Mayores, sus formas de vestir, sus naves, y lo que ellos están haciendo aquí, como ayuda.

He pensado mucho en esa situación, cuando algunos científicos niegan la existencia de los extraterrestres, y la posibilidad de sus viajes a través de la inmensidad del espacio. 

Podrían ser sometidos el ridículo por el público de todo el mundo. 

Y creo, esto no se hará esperar muchos años. La única salida que podrían tener los científicos miopes, a mi manera de ver, cuando ese acontecimiento se proclame en todo el mundo, creo, será la mejor disculpa. 

Los científicos, al fin y al cabo, no son infalibles, y son humanos, además, ellos se han equivocado multitud de veces, según nos cuenta la historia. 

Así pues, no será la primera vez, y estarán disculpados.

El público recuerda el abismo en que se hundió el Dr. Edward Condón, en la Universidad de Colorado, quedando desacreditado por su famoso libro arreglado de antemano, con información “afeitada” y dirigida por la CÍA.

Pero ésta vez la opinión publica será más severa, y creo que, aunque existen científicos que le han “vendido el alma al diablo”, para acallar toda la información autentica, que existe hoy sobre la real presencia alienígena en nuestro planeta, algunos honestos y probos caballeros de la ciencia, no están de acuerdo con ésta situación, y creen firmemente, que toda la información existente debe ser puesta en manos del publico, a nivel mundial, lo antes posible, antes de que se convierta en una catástrofe, éste ocultamiento, dirigido con fines difíciles de confesar.

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