viernes, 17 de julio de 2015

Parte 18: "EL SHANGRIL-LA DE LOS ANDES". Ovni, La Gran Alborada Humana.










Enrique Castillo Rincón, la historia verídica, de un hombre contactado.
1974. Caracas, Venezuela.






Mientras se desarrollaban las reuniones con el grupo de los 12, el ICIFE se veía inundado de gente de todo tipo y clase. 

Las conferencias se seguían dictando. 

El Dr. Clemente Garavito, director del Planetario distrital, persona muy querida y respetada, en el campo de la astronomía en Colombia, hacia presencia en el Instituto, para dictar conferencias sobre ese apasionante tema.

Mi amistad con el Dr. Garavito, nos llevó a presentarnos en televisión, en un programa muy simpático, conducido por Harvey Caicedo. 

Durante el desarrollo de dicho programa, Harvey preguntó sobre el mecanismo para darse a conocer los extraterrestres. 

Yo respondí inmediatamente: los apagones. 

Cite el de Nueva York, en el año 1965, y otros, en las ciudades capitales de varias partes del mundo.

El programa terminó a las 7:30 -si mal no recuerdo- era de media hora. 

Clemente, en su carro, me dejó cerca de mi casa, y él continuó su rumbo. 

A las 8 de la noche se produjo el apagón en todo Bogotá. 

Sonó el teléfono, era Clemente Garavito, indicándome que, vecinos y gente, decían haber visto Ovnis sobre Bogotá.

Subí inmediatamente con Gloria a la terracita, y pudimos observar lo que parecía ser un Ovni, pues se desplazaba lentamente, de sur a norte. 

Definitivamente no era un avión, y menos un satélite, pues no tienen esa trayectoria.

El teléfono volvió a sonar, una y otra vez. 

Personas dando información de haber visto, dos, cuatro, y hasta cinco en formación. 

La prensa daría al día siguiente la noticia “Ovnis sobre Bogotá”. 

La oficina de “Energía Eléctrica” no supo dar una explicación coherente.

¿Fue una “coincidencia” mi declaración de los apagones?, ¿ellos captaron la emisión de TV. y lo confirmaron?

Vale decir que, el ICIFE contaba entre otros, con unos mil afiliados en todo el país, y algunos en Ecuador, Costa Rica y Venezuela. Eran personas de las más diversas profesiones y oficios. 

El 30% eran mujeres muy interesadas en esos temas. 

La cuota fijada por la junta directiva era de $150.00 pesos colombinos mensuales. 

Era increíble, pero, solo unos 25 afiliados pagaban su cuota mensual cumplidamente. 

Algunos llegaron a debernos hasta casi dos años. 

Lo poco que recibíamos solamente alcanzaba para pagar las estampillas de correo, y contestar la multitud de cartas que nos llegaban, de todo el país y del extranjero.

Rifas, recolectas, exposiciones de pinturas, conferencias y cursillos, nos permitían mantener la casa sede del ICIFE, pagar empleados, y mantenerme yo, a duras penas.

Contábamos ya con revistas, folletos, y recortes de prensa, de casi todo el mundo. 

Una buena biblioteca, que en su mayoría eran libros míos, donados al ICIFE, para que la gente, sobre todo los afiliados, se documentaran. 

“Misteriosamente” los libros y revistas se fueron mermando, como si un poder “extraterreno” los hiciera desaparecer. 

Valga decir, que tomamos la decisión de no prestar más libros, pues no regresaban casi nunca a nuestra biblioteca.

Pasaban las semanas y meses, de manera rápida. 

Me vi obligado a viajar a Venezuela, como dije en la parte 11, por dos razones muy claras para mí. 

La primera, despertar en el publico venezolano la conciencia sobre el Fenómeno Ovnis y los Hermanos Mayores. 

La segunda, necesitaba ganar algún dinero para mi, por la moneda dura del Bolívar (unidad monetaria de Venezuela), que se encontraba, al cambio, muy favorable, de los 16 pesos por Bolívar.

Me alojé en Caracas en un Hotel, cero estrellas, de nombre “Hotel Lincoln”, en El Silencio, centro de
Caracas, entre Miracielos y Hospital, calles muy conocidas en el centro de la ciudad, y era un Hotel de tipo familiar.

Me daban la comida, incluida en el precio, de mi pequeña habitación.

En tanto, Gloria en Bogotá, avanzaba en su embarazo. 

Todo indicaba que estaba próximo el nacimiento de nuestro primer hijo. 

Conseguí en la urbanización Chacao, un salón de un Colegio, de nombre “San Ignacio de Loyola”, de padres Lasallistas. 

Allí, iniciaría mi primer cursillo, a Bs.100.00 por persona, que me servirían para pagar hotel y comida.

Trece personas se matricularon en este primer cursillo. Duraba 8 días, dos horas diarias, empezando a las 6 pm, 3 Se acercaba navidad. 

Lo inicié un día 18 de diciembre, y debía terminarlos el 27, salvando el día 25.

Los alumnos habían aceptado las fechas con mucho entusiasmo. 

Querían conocer de cerca a un “contactado” con extraterrestres.

El día 23, en la noche, estando dormido en mi hotel, vino una comunicación, eran las 23 Horas. 

Los extraterrestres me indicaron dirigirme aun lugar específico en la madrugada. 

Me quedaban pocas horas, y no tenia como avisar a los alumnos del curso. 

Me levanté, y avisé a la recepcionista de turno mi salida a las 3 de la mañana, urgentemente le solicité que por favor me avisara, por si me quedaba dormido.

Llegada la hora me dirigí en un taxi al lugar del encuentro. 

Me advirtieron de no llevar cámara fotográfica, ni grabadora, que podría durar 5 días fuera. 

¿A dónde me llevarían todo ese tiempo? 

Yo creía iba para algún planeta cercano. ¿Cómo sería?

Con excitación, y a la vez angustia, contraté un taxista al frente del hotel.

Eran casi las 3 de la mañana, nos dirigimos hacia un pueblito llamado “El Junquito”, lugar turístico, antes de llegar a la Colonia Tovar, a unos 25 kilómetros de Caracas. 

Se llega a un desvío, antes de la Colonia Tovar, carretera a Carayaca. 

El taxista mostró en un principio un poco de desconfianza. Era madrileño (España). 

Al final, entablamos una buena charla, sobre diversos temas. 

Cuando llegamos al lugar convenido, me baje del taxi cancelé la carrera, y le di un a propina extra. 

Eran las 4:11 am, el frío de la zona era fuerte.

Camine medio kilómetro más, y me interné en la hondonada.

Esperé la hora convenida: 4:30 de la mañana. 

Una nave, salida de la nada, se balanceó, a escasos metros del suelo, con una luz tenue, que tímidamente enfilaba debajo. 

Esa nave si era el típico “Platillo volador”, de unos seis a siete metros de longitud, y unos tres metros de altura, incluyendo su cúpula. 

Con una asombrosa simetría en toda su estructura, se desplazaba armoniosamente, con un balanceo, sin emitir ningún sonido.

Las sombras de la noche se tronaban cómplices del ingenio volador. 

Se detuvo a unos 40 metros de donde me encontraba, y descendió un trípode sustentador. 

Debajo, apareció una escalerilla, y de él, algún navegante. 

Hizo señas para que me acercara. 

Miré mi reloj, eran las 4:27 de la madrugada, del día 24 de diciembre de 1974. 

Mientras me saludaba con Ciryl, quien fue el que bajó de la nave, me informo que íbamos rumbo a una base en Los Andes, donde se nos daría la información prometida, en uno de los contactos telepáticos, meses antes. 

Khrunula, y otro nuevo, que no conocía, y no he podido recordar su nombre, estaban abordo. 

Mientras la nave se dirigía a su destino, en Bogotá, nacía a la misma hora, sin yo saberlo, mi primer hijo con Gloria.

Así lo pude comprobar después, por una llamada telefónica, que le haría a Gloria a Bogotá, desde Caracas, el día 19 de Enero de 1975.

Orhion Yamaruch (así lo baustizamos), nació a las 4:33 am, del día 24 de diciembre de 1974. Después, meses después, nos acordaríamos como ORHION nos dijo que nacería entre el 23 y el 25 de diciembre. 

¿Cómo y por qué medios pudieron saberlo, con tal precisión?

Estábamos llegando a nuestro destino en los Andes. 

Una ciudad, en medio de los altos y milenarios Andes, de América del Sur. 

Creí, en verdad, encontrar una ciudad, en cambio era un pequeño poblado, con una magnifica extensión, como comprobaría en pocas horas. 

¡El vuelo duro solamente 20 Minutos! 

¡Miles de kilómetros en ese tiempo! 

¡Era Increíble! y como siempre, a bordo, no sentí un solo movimiento o malestar.

Esa vez me extraño, no me habían “atomizado”, como las dos veces anteriores. 

Me olvide preguntarle el por qué.

En tanto divagaba, Ciryl exclamó: 

-Mira Enrique!- 

Abajo, los majestuosos Andes, y en la cumbre de uno de ellos, a través de la pantalla, se observaba claramente la estructura de las construcciones. 

Ciryl me informó que los pobladores le llaman el Vórtice de Los Andes. 

-¿Que pobladores?- pregunté yo. 

-Si Enrique, al momento viven exactamente 318 personas, que durante muchos años, hasta familias enteras, han sido contactados, y traídos voluntariamente. Aquí viven, trabajan, estudian y aprenden. Se le enseña sobre los grandes acontecimientos que vivirá la raza humana, y las enseñanzas de la Ley, para que ella prevalezca Muchos de ellos estarán capacitados para ayudar, llegado el momento. Nadie se entera de quienes los instruyeron y de dónde, además, nadie les creería, más bien, sería peligros para ellos.- 

Ese lugar, a unos 3,200mts sobre el nivel del mar, está ubicado entre dos grandes montañas, que protegen, de forma natural, de las ventiscas y heladas, de esos parajes, y es conocido también como Alto Perú.

A mi me pareció, posteriormente, por varios datos recogidos, que ese lugar esta más cercano del territorio de Bolivia que del Perú.

El aterrizaje se produjo cuando todavía no había amanecido. 

Era impresionante ver, cómo la nave voló, por un solo momento, entre los más empinados riscos, para depositarse suavemente en una plataforma, que a su vez, se deslizaba hacia la montaña, dentro, quizás sobre algo hidráulico, con su singular carga, penetraba en un túnel horizontal.

Fuimos caminando hasta una oficina, donde me pidieron que me despojara del suéter y la camisa. 

Lo que más llamó mi atención, era la temperatura, imaginé unos 16 grados, acostumbrado a vivir en Bogotá por tantos años. 

Lo confirmaría posteriormente, al día siguiente.

Quienes ahora se alistaban a hacerme un rápido examen, no eran extraterrestres, eran personas comunes y corrientes, con la salvedad, de que había unos aparatos, para mi desconocidos. 

Por lo demás, el primer examen de rutina: corazón, pulso, pulmones, reflejos, visión, oído, etc. 

Me preguntaron la ciudad de procedencias y consultaron en una lista. 

Escribieron algo, y me preguntaron si había traído grabadora o cámara fotográfica, dije que no. 

Me pidieron quitarme el reloj momentáneamente. 

Me colocaron un cinto color amarillo, en la muñeca izquierda, y el reloj pasado ahora a mi derecha. 

Al concluir el examen, otro terrícola me llevó para el sitio que seria mi habitación, durante mi permanencia en ese lugar. 

Cuando Salí, alguien vino rápido, detrás de nosotros. 

Me pidieron devolver el cintillo amarillo, y en cambio, me colocaron uno verde. 

Al parecer, hubo una equivocación, explicándome, que ese cintillo tenía que ver con el tipo de alimentación, que debía comer allí. 

Finalmente, fui llevado a mi momentáneo dormitorio, saliendo del cómodo y bien aireado subterráneo, por donde entramos.

Allí, en mi dormitorio, me recosté en una sencilla pero cómoda cama. 

Creí, vería una ciudad del futuro, pero, las construcciones que observé, eran de madera: tipo cabaña canadiense, con troncos y madera, muy bien cortado y pulido, pero rústico. 

El piso por donde caminé, para llegar a mi dormitorio, era de madera pulido. 

La tremenda cabaña rectangular, por uno de sus pasillos, tenía dispuestos los dormitorios, tipo hotel, o sea, a la derecha varios dormitorios individuales, y a la izquierda la misma disposición.

Obviaré dar otros destalles, que me desviaría de lo más importante. 

Hasta este momento, pensé, era el único llevado al Vórtice. 

Cuando llegó la hora del desayuno, me llamaron, pero no había podido dormir.

Tenia una inquietud, sobre el por qué me llevaron tan lejos, y qué “misión” me irían a asignar. 

Eran las 6:45 am, ya tenía más de dos horas allí, y el hombre que fue por mi, era, seguramente, de descendencia incaica.

Le seguí, y me llevó al comedor. 

¡Que sorpresa!! Allí esperaban otros 6, que habían llegado antes que yo.

Otros se unirían al grupo, en cuestión de una hora. 

Esos “contactos” venían de 19 países diferentes, 11 éramos latinos. 

Una sola mujer, entre 24.

La presentación se hizo, señalando solamente el país, del cual procedíamos. 

Los nombres era mejor ignorarlos. 

Ahora sabía el por qué de los cintillos de color, los otros también los tenían, estos variaban de color, y algunos se repetían.

La razón era la siguiente: debíamos ingerir solo alimentos de las fruteras y recipientes con una banda del mismo color, del que cada uno portaba. 

El instructor 1 (eran 4), nos informó que, de acuerdo a la zona geográfica, de cada uno, nos habían preparado los alimentos. 

La ionización en los mismos, era diferente, -dijo-, de una ciudad al nivel del mar, a otra, a 2.000 mts sobre el nivel del mar. 

De esa manera se evitaba la posibilidad de que alguno enfermara, por el des-balance iónico en los alimentos. 

Otro de los problemas difíciles de manejar fue la altura. 

Yo era uno de los cuatro de mayor edad, pues los demás eran mas jóvenes; a diferencia de algunos, les dieron oxigeno cuando llegaron, hasta que se normalizaron. 

Particularmente, yo sentí un poco de presión por la altura, llamada “soroche”. 

Nos sirvieron leche tibia, me pareció que era de cabra, pan de miel y pasas, y unos panecillos caseros, que emanaban un riquísimo olor a recién horneados.

El instructor nos llamó la atención, desde la cabecera de una de las dos mesas, yo estaba sentado en el lado lateral.

Explicó las razones de por qué estábamos allí. 

A cada uno de los presentes le darían una información reservada. 

Los informes debían utilizarse con un prudente manejo, y cuidar muy bien a quien se le hablaba al respecto, o se le daba la información escrita. 

Serias advertencias serían confirmadas más tarde. 

El instructor nos informó, que graves acontecimientos estaban sucediendo en varios campos, que llevarían al planeta, con sus pobladores, a vivir acontecimientos funestos, de varios órdenes.

Nuestra presencia, en aquel lugar, obedecía a la necesidad de transmitir al público, a través de diferentes medios, los sucesos que se irían desencadenando, hasta culminar en varios eventos de diverso orden.

Por razones personales no haré una secuencia de las calamidades, reseñadas por los Instructores. 

Ellos habían obtenido, a través de muchos años la información, de cómo se desencadenarían tales sucesos. 

Tenían una visión muy clara al respecto. 

Las otras personas sentadas allí, también lo sabían.

Los extraterrestres, a través de una adecuada información, científica y documentada, habían trasmitido esa asombrosa información.

A nosotros no nos pusieron al corriente total de todo. Algunos informes tenían que ser obviados. 

Solo en caso de emergencia serian entregados, ahora, por contacto personal. 

El instructor dejaba ver, entre líneas, que la determinación final la tomaban los Pleyadinos. 

También nos aclaró, que la información, que por el momento, no obtendríamos, era para preservarnos de algún peligro.

El dialogo se desarrolló por “inducción telepática” del instructor. 

Nos dijo que era una técnica obtenida, en muchos años de aprendizaje, ya que de ellos (los instructores), sólo uno tenía dotes naturales, que habían pulido los extraterrestres. 

De esa manera, culminó la presentación de todos.

Después, caminamos, recreando la vista, en el maravilloso lugar, enclavado en Los Andes. 

Escuchamos el ruido del viento, que en cierto lugar silbaba, de manera impresionante, sintiendo un frío, que calaba las entrañas. 

Observamos un gran aparato que sobresalía de un farallón, con latas y cristales. 

Nos dicen que así captan la energía (¿solar?) para toda la comunidad. 

Sin embargo, existe otra fuente diferente de energía, para aparatos diversos, en toda la población, y la iluminación.

Una de las fuentes de energía servía para mantener, a manera de cúpula o “campana magnética”, el camuflaje de la base, y también la temperatura primaveral de la zona. 

Lo sabia, yo lo estaba viendo. Era, el uso inteligente de la tecnología, en beneficio de todos. 

Vimos sembrados de legumbres, fresas, y otras especies de verduras, y frutas. 

Anteriormente, había observado frutas propias, de climas templados y tropicales, en la mesa del desayuno. 

Me pregunté a mi mismo ¿Cómo, y quién les proveía de piñas, cocos y naranjas?

Todo era bajo un orden común. 

Los pobladores trabajaban, estudiaban, investigaban, y aprendían. 

Conocían la historia, mejor de lo que se enseña en colegios y universidades. 

Pensé ¿Cómo me acoplaría, si me mudara a vivir allí con ellos?

Llegó la hora del descanso. 

Por momentos durmiendo, o sólo apoltronados, en las cómodas mecedoras del corredor de la gran cabaña. 

El olor de las hermosas crisantemas, violetas, y no me olvides, daban un gran ambiente de paz y tranquilidad, como si el mundo se hubiera detenido allí, alejados de todo ruido y prisas diarias, entrábamos, sin darnos cuenta, en un mundo imaginario, propio solo del “Shangri-la” de la novela.

El almuerzo fue una delicia, compuesto de una gran variedad de legumbres y verduras, con un remate de frutas, El instructor nos pidió observáramos bien los cubiertos ¡Eran de Madera!

Explicó, que cada uno tomara de las viandas marcadas con el color del cintillo fijado a nuestra muñeca izquierda. 

-Como podemos observar,-dijo- el tomate y el pepino están con la piel completa, al servirse, córtenlo con el cuchillo de madera. Igual para todo alimento que vayan a consumir. Esto se debe, a que al cortarlos, en forma tradicional, con un cuchillo de metal, al hacer contacto con estos, se produce un cambio a nivel químico, ocasionando con el medio, una perdida de su fuerza vitamínica. Con el de madera conserva todo su estado natural sin cambiar.- 

-¡Maravilloso!-, decían algunos.

Se nos advirtió, que al día siguiente, en horas de la mañana, presenciaríamos un evento especial. 

Un ser muy importante iba a dirigirnos la palabra. 

No debíamos interrumpirlo, o aplaudir, ni tampoco hacer preguntas. Solo debíamos escucharlo. 

Toda la población de la base iba a estar presente. No identificó al personaje. Nos hizo la advertencia por segunda vez. Todo quedó aclarado.

Nos retiramos a intercambiar impresiones de los más variados matices. 

El Mejicano, médico de profesión, era muy alegre, diría que hasta chistoso. 

Con los otros nos comunicábamos con señas, y medio inglés. Nos producía risa la situación. 

Ente los latinos, sólo con los dos brasileños tuvimos un poco de tropiezos idiomáticos.

En la tarde, ya descansado, me fueron a buscar a mi habitación. Era el mismo indígena que vi al llegar. 

Me llevó a una salita agradable, sencilla y cómoda. 

Ciryl apareció sonriente. 

Los saludos de dos viejos amigos no se hizo esperar. 

Ciryl no tenia traje de astronauta. 

Vestían pantalón de algodón y camisilla de cuello abierto, cubierto por un ligero suéter de lana.

-Ven Enrique, acércate, y siéntate aquí-, me dijo, señalando una silla.

Eran las cinco de la tarde.

- Toma un papel, y escribe lo que te voy a dictar.-

En una mesa de la salita había papel, bolígrafos, y lápices. 

Llegaron 6 más de los contactos.

-Solo depende de ustedes, hacer de conocimiento público lo que van a recibir. Si no ocurre así, nunca jamás le podríamos reprochar nada.-

Las instrucciones fueron las mismas. 

Todos, ahora siete,  tomamos papel y lápiz, y nos aprestamos a escuchar el dictado.

El presente Mensaje fue dictado por el científico y enlace en la Tierra, Krisnamerck, de la Gran
Hermandad Cósmica Solar, perteneciente a LAS PLEYADES, el día 24 de diciembre de 1974, a las 5:00
p.m.

MENSAJE AL MUNDO-PLAN “A” – EN SUS TRES FASES

A todos los habitantes del Planeta llamado Tierra, a todos mis amados hermanos, sea cual fuere su procedencia, creencia, color, o condición social, a todos aquellos que aun no pueden escuchar o comprender la voz de la VERDAD ETERNA, os anunciamos un mundo mejor, en donde primará para todos sus habitantes una mente nueva, que culminara en el verdadero amor espiritual, en donde se vivirá en la Verdad o Ciencia del Espíritu Luz-Ley, para los hijos del planeta, en donde todos los opositores del gran Plan Cósmico serán vencidos, y la Suprema Ley o Armonía absoluta, será el pan cotidiano del hombre.

Amadísimos Hermanos: Tendrán ustedes mente clara, y una gran decisión en éste conocimiento que os otorga. Sabrán tomar resoluciones acertadas y de gran sabiduría, ante las fuerzas opositoras que ya se han desencadenado en contra de este PLAN. 

El sólo haberlos traído aquí, ya implicó un gran movimiento contrario para establecer fuerzas negativas que querrán llevarnos al fracaso, para desechar y desoír las verdaderas enseñanzas elevadas, que dan origen a la más alta y sagrada elevación: que es la del Espíritu.

Si trabajan con amor, los opositores están condenados al fracaso. Si siguen las buenas reglas de conducta que han aprendido, serán protegidos. Si permanecen en la verdad, entonces, es de vosotros el premio, y la recompensa de vivir en un mundo mejor.

Todos los sagrados principios que se la han entregado al hombre desde la pre-existencia, deberán permanecer en él y ustedes, y los hombres de buena voluntad y clara conciencia, lucharán por ello con las armas de la verdad y la justicia. 

Siendo ya sabedores de estar amparados y protegidos por las Fuerzas Universales del Amor, que sólo manejan los Grandes Logos Solares, y Miembros de las Jerarquías Planetarias.

Sed pues, vosotros, sembradores de la buena semilla. Preparad a vuestros hermanos, dando con paciencia y sabiduría las informaciones: Preparadlos por grupo, o individualmente, según vuestro acertado parecer. 

Diseminad la semilla, buscad buenos campos, pero si no fuere así, entonces id al campo, y habladle al hombre de la tierra, y al obrero. Buscad diligentemente a los que saben escuchar, e iréis a donde os llamen. 

No, mirareis sus ropas o moradas, sólo medirán sus deseos de saber, y entregareis la información, sin añadir o quitar nada, a como será entregada, con un buen criterio de enseñanza. 

Que os cobije a todos el firme deseo de propagar la verdad y para a su efecto, ceñid los lomos, y dad solo lo que se os ha dado, y si dieras más, que se en el franco deseo de expresar, en su más variada gama, solamente la verdad.

FASE UNA: En 1958, la Fuerza Aérea Norteamericana admitió que los bombarderos del Mando Aéreo
Estratégico habían sido lanzados en más de una ocasión en contra de Rusia, cuando el radar de defensa había seguido objetos misterios, que nunca han sido identificados, y que aparentemente volaban en formación. 

Se comprobó posteriormente, que aquello eran errores, pero el peligro es mayor aún en la actualidad.

Advertencia difundida por la Fuerza Aérea Norteamérica, que pone de manifiesto, el que la Guerra Nuclear pueda empezar por error o accidente, al confundir nuestras naves con cohetes dirigidos por alguna potencia militar en contra de los Estado Unidos. 

Así pues, se sabe a ciencia cierta que nuestras naves, al ser detectadas por la red de radares, y por el grado de tensión que viven las naciones en la creencia de ser atacados por quienes consideran sus enemigos, pueden desencadenar una guerra en pocos minutos. 

Sobre éste punto ya se han tomado medidas, no sólo por parte nuestra, sino por los mismos Gobiernos, que adentran investigaciones sobre la procedencia de nuestras Flotillas de Espacio-Naves.

Esa fase no es difícil de explicar, y menos de entender. Lo importante de ella reside en el hecho de que nuestras Naves están llevando a cabo sistemáticamente, prudentes apariciones en los espacio aéreos de todas las naciones, especialmente aquellas que, por su llamado adelanto tecnológico, científico, y también militar, es menester que nos observen. 

Nosotros lo hemos hecho por mucho tiempo, para recalcar una clara idea de lo que nos proponemos, para vuestro mundo y sus moradores.

La irresponsabilidad de dos gobiernos terrestres ha sido patética, al ordenar a los pilotos de sus fuerzas aéreas, atacar nuestra Espacio-Naves y parásitas, tan pronto como sean detectados por sus radares. 

Esto entraña un grave peligro para los tripulantes de vuestros navíos aéreos, pues su imprudencia, al acercase a nuestro Campo-Gravitacional, y sufren efectos en los motores y aparatos, dejándolos descontrolados, totalmente. 

Así, algunos han perdido sus vidas por su acentuada estupidez e imprudencia. 

No parecen entender que la orden que tenemos de no hacer daño a ningún de sus navíos, es clara, de no ser así, ya deberíamos de haber destruido, no menos de un centenar de sus aviones.

Sabemos también que muchos grandes jefes militares y científicos han sido silenciados, so pretexto de poner en peligro la seguridad de sus países y gobiernos, al hacer declaraciones al público. Este ha sido otro gravísimo error de esos gobiernos. 

Si tuviéramos pretensiones de dominio o de colonización de vuestro planeta, se habría efectuado hace 300 años cuando sus moradores no hubieran podido ofrecer ninguna resistencia a nuestras naves y tripulantes. 

Aún ahora no seria difícil realizarlo. Esta fase es alternativa. 

Seguiremos haciendo apariciones en todas las latitudes, aterrizajes, contactos cada vez mas frecuentes, según lo establecido, y ustedes tendrán a su cargo y responsabilidad la divulgación y preparación de las gentes, en todo el territorio de sus respectivos países.

Esta preparación, divulgando toda la información posible, por todos los medios que pudieren disponer, esto es: Programas radiales, televisión, prensa, conferencias, reuniones, charlas individuales y de grupos, folletos, etc. 

Esta labor es dura y difícil, puesto que sólo dispondrán de sus propios recursos y tiempo.

Además tendrán en su contra las fuerzas, de quienes no ha tomado en serio este asunto, y las oscuras maquinaciones de grandes poderes que se han desatado en vuestro planeta, obstaculizando, creando dudas, y atacando a sus propagadores (ustedes), y en muchos casos, utilizando a los hombres débiles de espíritus
y de mente, poniéndolos en contra de lo ya establecido. 

Este factor será el arma más poderosa con que cuenta el enemigo, de los Grandes propósitos de Las Jerarquía Planetarias, para el desarrollo de la paz evolutiva, para vuestro planeta. 

Estos hombres, deberéis de conocerlos bien. Ellos son instrumento inconsciente de esa poderosa organización. 

Se valen de su frágil mente y espíritu, para divulgar falsos rumores y postulados, que solo traen desconcierto e incertidumbre a los corazones.

¡Estad pues, Alerta! Conocedlos con vuestro sabio proceder y discernimiento, y no os dejéis llevar por vientos ajenos de doctrina, que no sea de elevar vuestras mentes y espíritus, en donde la suprema verdad y Única Fuentes de conocimientos, hace que los hombres obren siempre con Equidad, Rectitud y Justicia, amparados por el Gobierno Universal del Amor, en el cual todos los hombres (hablo del hombre Universal), reciben para su propia evaluación esa vibración absoluta, para lograr la paz y la justicia, que impera ya en otros mundos, y que deberá triunfar con vuestra ayuda, en éste, vuestro planeta.

AYUDA AL PLANETA-FASE DOS: 

Cuando se llegó a la conclusión, después de muchos años de observación y análisis de vuestro mundo, de que sus moradores deberían tener ayuda, para alcanzar en la Escala Evolutiva Cósmica, hubo pues un momento, en que, por la informaciones recogidas, parecía que las conclusiones finales, después de haber visto la ferocidad con que los hombres hacían continuamente la guerra, de como incendiaban inmisericordemente las ciudades con bombas, destrucciones inauditas, torturas de hombres, mujeres y niños, en la forma indiferente en que los gobiernos y lideres espirituales, veían morir niños de hambre, tanto en tiempos de guerra como de “paz”, la conclusión fue ésta cruda y terrible verdad: 

¡Los seres de la Tierra son incorregibles!, a excepción de unos pocos, bárbaros carniceros, desde lo más profundo de sus espíritu. 

Sin embargo, por la labor de unos pocos, la Tierra se verá favorecida, al recibir ayuda, para combatir eficazmente a los inescrupulosos buscadores de riqueza y poder, que amparados por las fuerzas que os hablé, sacaban buen provecho, llevando a cimas de caos y violencia a todos los hombres, y en muchas oportunidades a sus mismos hermanos.

No desconocemos la fuerza del enemigo, sabemos en que casos y con que armas se ha especializado en luchar. 

Y para éste tiempo: para él, el enemigo, se le esta cerrando el círculo, él lo sabe, y en su desesperado intento por sobrevivir, llevará al mundo y a sus moradores a una gran contienda final conjuntamente con sus abanderados, que serán pueblos y tribus enteras, que en sus afán de dominio, no será, sino, una desenfrenada carrera a su propia destrucción.

FASE TRES: Esta fase esta caracterizada por ayuda directa a muchos hombres, para darles instrucción.

Esta preparación entraña, en muchos casos, la evacuación de esas personas de éste planeta, hacia un lugar especial, en donde se formará e instruirá, con una nueva conciencia, para posteriormente dirigir a sus propios hermanos de la Tierra. 

Esos hombres son los que, por sus valores y valor, en trabajar por el bien del mundo, son elegidos para esa gran obra. 

Estas desapariciones de vuestro planeta, ya empezaron.

Con vuestra ayuda, en ese despertar, seguramente muchos hombres vislumbrarán ese mundo futuro, y podrán ser factores importantísimos en ésta contienda, en que estas dos fuerzas están trenzadas, en una continua lucha, por prevalecer.

A todas las personas que hayan sido concientizadas en éstas fases anteriores, se les dará instrucción telepática frecuentemente. 

Se buscará, pues, a éstas personas, diligentemente. En muchos casos se efectuarán contactos personales, habrá proyecciones dimensionales, y recibirán ayuda y fortaleza espiritual.

En ese proceder está la llave del futuro de vuestro planeta.

Vuestro Hermano, Krhisnamerck, Científico de la Hermandad Cósmica Solar, perteneciente a Las
Pléyades.

* * *

Durante el dictado, pocas veces hubo que pedir que KRHISNAMERCK repitiera lo dicho, pues lo hacia con mucha claridad. 

Lo más extraordinario fue, que el tenía en sus manos un aparatico, del tamaño de su mano, pulsaba suavemente el dedo pulgar de su mano izquierda, y seguía dictando. 

No hay duda, que el pequeño aparato era una especie de codificador o pantalla, donde tenia grabada la información. 

Al terminar, ninguno de nosotros preguntó nada, al respecto del aparatito.

Nos dieron un descanso. Ya la tarde agonizaba, y habíamos intercambiado opiniones. 

Ciryl llegó a buscarme, antes de entrar la noche. 

Me dijo que estaba autorizado para dar un ligero “paseo” a bordo de una de las naves que allí tenía. 

Se había seleccionado a varios compañeros, que irían junto conmigo.

Entramos en el túnel por donde habíamos llegado esa mañana. 

Una estupenda nave nos esperaba.

Subimos uno a uno, éramos solo cinco. 

Nos saludaron, y nos ubicaron en cómodos asientos alrededor, de la cúpula superior. 

En la misma, había dispuesta una pantalla cóncava, donde se proyectaba todo lo que el aparato enfocaba, por debajo de la nave. 

Ciryl nos dijo que había varios “ojos móviles” que componían el visor.

El despegue fue impresionante. La nave se lanzó al aire, en un movimiento al principio lento, para desprenderse en un tremendo aventón, que nos puso los pelos de punta. 

Sin embargo, no sentimos movimiento o malestar.

En pocos minutos estábamos observando los riscos de las más altas montañas, bosques y pequeños poblados, que dejaban ver sus pequeñas casas. 

Una vista fabulosa aérea del Lago Titicaca. 

Por fin, veía la forma de pantera o jaguar, que tanta tinta ha hecho correr. 

Nos acercamos a una ciudad. 

La nave se detuvo. Ciryl ahora nos informaba que estábamos a una altura de cinco mil metros. 

Se podía ver claramente la agonía del sol en el horizonte, a mi me dio la impresión de que se ocultaba con mucha rapidez, después de la “parada”, en que cambiaron inclusive de posición, para ver desde otro ángulo el panorama. 

Nos movimos de nuevo. La nave iba a una velocidad moderada. La oscuridad marcaba el inicio de la noche.

Vimos claramente una gran ciudad enclavada debajo de la nave, que en ese momento, viraba para que observáramos desde varias posiciones. 

Era Lima, la capital de Perú.

Todos quedamos boquiabiertos, al ver que la nave bajó de altura, y se balanceaba, como una hoja dominada por el viento. 

La nave se detuvo, después de “peinar”, por dos veces, una zona de Lima. 

Era seguramente un barrio de clase media, por las casas y edificaciones.

La nave tenía encendidas unas luces multicolores, cuyo reflejo llega a la cúpula. 

Ahora, el desplazamiento fue moderado y fugaz. 

Lo hacia para llamar la atención de la gente, tal y como sucedió, vimos personas en la calle, señalando hacia arriba, salían de sus casas, y hubo, según pudimos apreciar conmoción entre la gente. 

Observamos claramente hombres, mujeres y niños. 

Un carro-patrulla, de la policía, se hizo presente. 

Los uniformados salieron del carro, observándonos, con detenimiento. 

Era impresionante saber que esa movilización se logró por la presencia de la nave, en que estábamos nosotros.

Entre todos hacíamos los más variados comentarios. 

Uno, muy simpático por cierto, fue el que pronunció uno de nosotros:

-!si pudiera lanzarme en paracaídas!-

Esto duró aproximadamente unos cuatro minutos, por lo tanto, -pensé-, que tal acontecimiento no podía pasar desapercibido por los periodistas. 

Además, era navidad (día 24), y un hecho semejante, necesariamente tenia que ser registrado, por medios de comunicación. 

¿O quizá seria una locura publicar ese suceso?

El regreso a la base sucedió igual, por el túnel horizontal. 

Los otros compañeros habían sido llevados a otro “paseo” diferente al nuestro, según nos informaron. 

Al pasar al comedor, vi llegar otros “compañeros contacto”, y ubicarse en la mesa. 

Supimos posteriormente, que algunos tenían otro tipo de información que no era para dar a conocer al público. 

Estos actuarían de manera diferente, penetrando a nivel ejecutivo, en algunos lugares, y muy discretamente pasar la información, insinuando la posibilidad de que estuviéramos penetrados por dos sociedades extraterrestres. 

Una, para corromper, manipular y dominar, y otra, con intenciones de ayuda, pero actuando con mucho tacto, para no poner en peligro el verdadero “Plan” que hay detrás de los Pleyadinos. 

Hoy día, después de ese tiempo, no creo que haya una sola persona que conozca como trabajan y actúan en su totalidad, los Hermanos Mayores.

La cena se realizó sin mayor novedad. Todos muy amistosos entre si. 

Podía ver como algunos movían la cabeza en señal de… ¡increíble y maravilloso!

Al finalizar, el Instructor nos dirigió la palabra, recordando las advertencias que nos hizo en la mañana, sobre el personaje que nos hablaría al día siguiente, en horas de la mañana. 

Repitió sobre el no interrumpir, no aplaudir, y no hacer preguntas. 

Así nos despedimos todos. 

Eran las 7:45 de la noche. Del día 24 de diciembre de 1974.


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